Métodos de lactancia con biberón
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
El biberón es el primer accesorio de puericultura al que recurrimos para alimentar a nuestro bebé cuando no le amamantamos y resulta realmente útil para dar de comer al pequeño en cualquier lugar y por parte de cualquier persona. Pero la manera de succionar el pecho o el biberón son diferentes; de hecho, se puede producir la denominada confusión tetina-pezón (que también se puede dar por el uso prematuro del chupete). Así pues, cuando nos decidimos a usar un biberón, de lo que se trata es de recrear para el bebé unas condiciones parecidas a la lactancia materna y, para ello, se pueden utilizar dos técnicas específicas:
Método Kassing o biberón con ritmo controlado
Se usa la botella del biberón habitual, pero se coloca una tetina más larga de lo habitual (de dos centímetros es la medida ideal) y lo más fisiológica posible (blanda y redonda para que se parezca al pezón materno). Debemos estimular al bebé a que busque la tetina y haga el esfuerzo de succionar la leche. La toma la dirige el propio niño, tanto en su duración como en la cantidad de alimento que ingiere.
Cuando el pequeño haya succionado unas 15 veces, sacaremos la tetina de la boca, y así constantemente hasta que complete la toma.
Es un método adecuado tanto para bebés más pequeños como para un poco más mayores y para cantidades considerables de leche, tanto materna extraída como artificial.
Con un biberón-cuchara
Este tipo de recipientes son un tanto curiosos porque tienen la forma de un biberón pero, en lugar de tetina, incorporan una cuchara en la punta. La técnica es tan básica como que el bebé vaya lamiendo la cuchara y así no se producen modificaciones en la succión. De este modo, posteriormente es bastante sencillo volver a la lactancia exclusiva.
Creado: 3 de octubre de 2016