Mitos sobre la lactancia materna
Actualizado: 4 de mayo de 2023
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses y después junto con otros alimentos hasta que madre e hijo o hija deseen; siendo ideal llegar al menos a los dos años de amamantamiento. No son pocos los baches que en el camino encuentran las madres, empezando por la falta de información y de apoyo, pese a vivir en la era de la sobre información, y terminando por la ausencia de políticas sociales y laborales que protejan este derecho. Pero hay más, porque los mitos y falsas creencias que rodean a esta práctica tan antigua como la propia humanidad tampoco se lo ponen nada fácil a las mujeres que amamantan.
Myriam Triana Junco, IBCLC y pediatra, creadora del proyecto de divulgación A demanda, explica que, desde su experiencia acompañando a madres en sus lactancias, probablemente los mitos más frecuentes son los relacionados con la creencia de que hay leches maternas que no alimentan, o que hay mujeres que no son capaces de producir leche. “Aunque hay algunas excepciones muy puntuales, ambas creencias son solo mitos. Salvo casos de desnutrición extrema, todas las mujeres producen leches ‘que alimentan’ con una composición y calorías muy similares”.
¿Por qué seguimos manteniendo socialmente estos mitos sobre la lactancia materna? Para la pediatra, las razones principales son la falta de información de los propios sanitarios y la falta de referentes: “Es raro que durante la carrera, las prácticas o la residencia se dé importancia a la lactancia materna, así que, desgraciadamente, muchos profesionales sanitarios tienen muy pocos conocimientos sobre lactancia y las pautas que dan son obsoletas. Por otro lado, muchas de las mujeres que dan a luz ahora fueron alimentadas con biberón debido al boom de las fórmulas en aquella época, por lo que sus madres (abuelas de las criaturas) tampoco dan consejos actualizados y ayudan a perpetuar las creencias erróneas”.
“Salvo casos de desnutrición extrema, todas las mujeres producen leches ‘que alimentan’ con una composición y calorías muy similares”
A lo anterior, Myriam Triana añade que hoy tenemos poca “tribu”, que se comparte poco de la crianza, y es raro ver a mujeres amamantando en público. “Muchas mamás, hasta que tienen su primer bebé, nunca han visto a nadie amamantando. El cine y las series tampoco ayudan. Aunque cada vez se va normalizando más, es habitual ver en cine y televisión bebés tomando un biberón, pero hay muchos menos casos de lactancia materna”, señala.
7 mitos sobre lactancia materna que debemos desterrar
Amamantar no es complicado, pero exige tiempo, apoyo, aprendizaje y, por supuesto, información para superar los mitos y falsas creencias que aún circulan en torno al amamantamiento. Mitos y falsas creencias que complican a menudo a las madres no solo el establecimiento de la lactancia materna en un momento muy vulnerable, sino también su mantenimiento. La pediatra e IBCLC Myriam Triana Junco desmonta a continuación algunas de las creencias erróneas que, sorprendentemente, aún siguen vigentes en el imaginario colectivo, e incluso sanitario:
-
No produzco suficiente leche
La hipogalactia primaria (incapacidad para producir suficiente leche materna) es poco frecuente. La mayoría de las mujeres son capaces de producir suficiente leche para alimentar a su bebé o sus bebés. Si no lo hacen, es porque existe otro problema (hipogalactia secundaria a, por ejemplo, mala técnica de lactancia, o anquiloglosia u otra dificultad del bebé para extraer la leche). En dichos casos lo mejor es recurrir a un experto que pueda ayudarnos a solucionar el problema.
-
Hay leches maternas que no alimentan
Todas las leches maternas alimentan. A diferencia de la leche de fórmula, la leche materna puede adaptar su composición a las necesidades del lactante. Así, la leche que producen las mamás que dan a luz a un prematuro es diferente a la leche de las que tienen bebés a término. Y la leche de las madres recién paridas (calostro) es diferente de las que tienen bebés más mayores. Y no, la fórmula no engorda más. Ambas contienen entre 60-70 kcal por cada 100ml.
-
Ya es muy mayor para tomar pecho
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva durante seis meses, y hasta los dos años o más acompañada de otros alimentos. El destete precoz no solo influye en la nutrición del bebé, va mucho más allá: aumento del riesgo de infecciones en los bebés, aumento del riesgo de muerte súbita del lactante, de obesidad y diabetes en etapas posteriores… También tiene más riesgos para la madre: más riesgo de cáncer mama, ovarios y útero, de diabetes tipo 2, de enfermedad cardiaca…
Y todo esto tiene también un impacto económico: aumento en el gasto por la compra de la fórmula y aumento en el gasto sanitario por un mayor riesgo de padecer algunas enfermedades. Por último, no debemos olvidar que la leche de fórmula supone un mayor impacto medioambiental.
-
El bebé necesita una ayudita
La leche materna es suficiente, los bebés no necesitan per se una ayuda. Una madre a la que pauten suplementos sin explicación, sin buscar antes el problema, pensará que su leche no alimenta o que no es capaz de producir suficiente (a veces se lo dicen tal cual), por lo que comenzará una lactancia mixta. Esto provoca que el bebé cada vez va a mamar menos del pecho, la madre cada vez producirá menos, y acabará abandonando la lactancia.
-
Lo normal es que amamantar duela
Otra razón frecuente de abandono de lactancia es el dolor. La lactancia no debe doler; si duele es que algo está mal. Sin embargo, muchas madres (y profesionales) no lo saben, se resignan, y finalmente abandonan la lactancia. Cuando amamantar duela hay que buscar ayuda experta para encontrar qué es lo que está generando el dolor. Puede ser una mala posición al amamantar, o que el bebé tenga frenillo, por ejemplo.
-
La lactancia debe darse cada tres horas
Aunque es muy antiguo, aún permanece bastante vigente la idea de que se debe dar el pecho cada tres horas, o durante 10 minutos cada pecho. Esto no ayuda nada a la lactancia, al revés. Estas técnicas erróneas dificultan la adecuada producción de leche materna y pueden derivar en que el bebé no mame lo suficiente, lo que empuja a la madre a una cascada de sucesos inevitables: el bebé no mama bien, no engorda, se pautan suplementos, la madre produce menos y, finalmente, se abandona la lactancia.
-
Hay alimentos que deben evitarse si se amamanta
Quizás el mito que “menos repercuta” en la lactancia materna sea el relacionado con lo que come la madre, pero puede ser realmente molesto. Recordemos que las mujeres lactantes pueden comer de todo (salvo alcohol y moderar la cafeína). Se presupone, obviamente, que se alimentan de forma saludable, pero es que aunque comieran de forma insana siempre será preferible que amamanten a que no lo hagan porque, además, eso no tiene un impacto en la leche, ni hay alimentos perjudiciales para el bebé. Sobre el agua que deben tomar, tampoco necesitan aumentar su consumo: deben beber en función de su sed.
Creado: 10 de agosto de 2022