¿Qué hacer si tu hijo se niega a comer verduras?
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Si la negación ante alimentos imprescindibles como las verduras se ha instaurado como un comportamiento habitual en tu hijo, “la mejor solución no está en castigar al niño ofreciendo las lentejas en la merienda o el desayuno del día siguiente, ni dejarle sin entrenamiento o el juego por este motivo. Todo se resolverá mejor si nos lo tomamos con paciencia y no forzamos al niño”, nos cuenta María Sanabdón, dietista-nutricionista de Sanae.
Lo mismo opina el conocido pediatra Carlos González, autor de ‘Mi niño no me come’ (Ed. Temas de Hoy), que apuesta por no obligar al niño a comer ni castigarle por ello “una vez que dejemos de obligarle, él seguirá comiendo lo mismo, pero nos ahorraremos las peleas y batallas que hasta entonces acompañaban a la hora de comer dejando ésta sea un momento de conflicto”, comenta el experto. “Hay que dejar de obligar a comer a los hijos. Dejar de meterles la comida en la boca. Es más fácil y, a la larga más efectivo, que sea él mismo el que coma, con su propia mano y su propio tenedor, la cantidad que quiera comer y no haga nada (ni insistir, ni distraer, ni prometer, ni amenazar, ni premiar, ni nada) para que coma más”, concluye González. Y no obligarle a comer verduras incluye no chantajearle, no hacerle el avión con la cuchara, no recriminarle que come poco o que has trabajado mucho en la cocina para que luego no se lo coma. Hay que hacerlo con paciencia y serenidad, que no parezca un castigo ni una falta de cariño.
El mejor remedio para que acepte las verduras es la paciencia
Además, conviene aplaudir al pequeño cuando come bien. Las recompensas verbales como “estamos orgullosos de ti” o “mira cuánto estás aprendiendo” son más útiles y pedagógicas que un castigo. Esto lo confirma Rocío Ramos-Paul, también conocida como la supernanny, en su libro ‘Mi hijo no come’ (Ed. Aguilar), “atender los comportamientos positivos de tu hijo y reconócerselos, de esta manera los repetirá. Por ejemplo, si le dices ‘¡es fantástico cómo lo haces de bien, qué mayor te estás haciendo!’ cuando se lleva la cuchara con verduras a la boca, tu hijo volverá a llamar tu atención repitiendo esa conducta”.
No a los premios con la comida
Algunos padres tienden a premiar con helados o dulces cuando el niño se come todo lo que tiene en el plato, pero es importante saber que este tipo de premios alimentarios deben de ser ocasionales. Los niños tienen que hacerse conscientes de que deben comer de una manera saludable por su propio bien, no esperando recibir siempre una recompensa, que además, a largo plazo puede ocasionarles problemas de sobrepeso u obesidad.
Por otro lado, si ven que les premias por comerse unas verduras, asociarán las hortalizas con algo malo. ¿Has probado a hacerlo al revés?
Creado: 26 de junio de 2012