Vacuna COVID-19 y lactancia materna: ¿es segura?
Actualizado: 4 de mayo de 2023
El pasado 21 de diciembre de 2020 organismos como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) daban su visto bueno a la comercialización de la primera vacuna contra la COVID-19, elaborada por las empresas BioNTech y Pfizer, tras concluir que había “datos suficientemente sólidos sobre la calidad, seguridad y eficacia de esta vacuna” como para su autorización. Seis días después comenzaba a administrarse en España esta vacuna (Comirnaty), que debe aplicarse en dos inyecciones en el brazo con una separación de 21 días y que cuenta con una eficacia del 95%. Entre las dudas que han surgido en torno a la vacuna contra la COVID-19 se ha planteado si es compatible con la lactancia materna y cuál debe ser la pauta en estos casos.
A lo largo del siguiente texto analizamos si la vacuna frente al nuevo coronavirus es segura en el caso de las mujeres que amamantan, qué se sabe actualmente de la transmisión de la inmunidad a los bebés, e incluso qué deben hacer las madres lactantes si les niegan la vacuna.
¿Las madres lactantes se pueden vacunar con seguridad?
IHAN, la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, informaba a través de un comunicado que todas las organizaciones y asociaciones científicas tanto a nivel nacional como internacional (Organización Mundial de la Salud, Center of Disease Control de EEUU, National Health Service de Gran Bretaña, American College of Obstetricians and Gynecologists, Academy of Breastfeeding Medicine, Ministerio de Sanidad de España, e-lactancia, Comité Asesor de Vacunas de la asociación española de Pediatría) coinciden en no desaconsejar el uso de la vacuna en mujeres que amamanten. En el mismo documento aprovechaban para recordar que la administración de vacunas, en general, en madres que amamantan es segura para la propia madre, la lactancia y el lactante, con la única excepción de aquellas que contienen virus vivos (como es el caso de la vacuna de la fiebre amarilla).
Ya “está demostrado que una madre infectada con COVID-19 puede amamantar sin riesgo para su bebé”, por lo que una vacuna basada en ARNm, que no contienen virus vivos, será aún más segura si cabe
Sobre esto José María Paricio, pediatra especializado en lactancia materna y fundador de APILAM y e-lactancia.org, insiste en que no solo es seguro vacunarse porque no es una vacuna de virus vivos atenuados, por lo que nunca se podrá infectar el lactante, sino que además ya “está demostrado que una madre infectada con COVID-19 puede amamantar sin riesgo para su bebé”, por lo que una vacuna basada en ARNm, que no contienen virus vivos, será aún más segura si cabe.
Explica Paricio que desde que el pasado 20 de diciembre subieron a e-lactancia.org, la plataforma de referencia en compatibilidad de medicamentos y lactancia materna, la ficha de la vacuna contra la COVID-19 ha recibido más de 120.000 visitas, lo que demuestra, según el pediatra, el interés que hay sobre este asunto. ¿Por qué genera tantas incertidumbres? Según Paula Lalaguna, pediatra y coordinadora Nacional de la IHAN, las dudas con respecto a su uso se deben a que en los ensayos clínicos para comercializar las vacunas, el grupo de madres que amamantan está excluido, por lo que es cierto, que “a día de hoy no se dispone de evidencia que avale su utilización en este grupo y así queda reflejado en las fichas técnicas de las vacunas disponibles en España. Se indica que se desconocen los efectos, pero no que estén contraindicadas”.
Sin embargo, Lalaguna insiste en que teniendo en cuenta su mecanismo de acción y la experiencia acumulada con otras vacunas en madres lactantes, “muchos organismos internacionales y asociaciones científicas, entre ellos la IHAN, han considerado que las madres que amamantan que pertenezcan a los grupos de riesgo en los que está indicado vacunar en la fase actual del plan de vacunación (profesionales sanitarias, sociosanitarias, o mujeres con riesgo por alguna patología de base) se pueden vacunar con seguridad y no está justificado suspender la lactancia para recibir la vacuna”.
¿Qué puede hacer una madre lactante si se niegan a ponerle la vacuna?
Con la administración de las primeras vacunas llegaron también los rechazos a la vacunación de mujeres que amamantan por parte de algunos profesionales sanitarios. ¿Qué ocurre en estos casos? ¿Con qué recursos cuenta para que la reciba si es su decisión? Paula Lalaguna explica que desde el inicio de la vacunación algunas mujeres han sufrido esta situación como consecuencia de la escasa información y la disparidad de criterios entre las comunidades, lo que, según la coordinadora de IHAN, “ha condicionado que en ocasiones se les haya negado la vacuna a las madres lactantes que pertenecen a alguno de los grupos en los que se ha iniciado la vacunación –como sanitarias–, o que se les exija firmar una declaración responsable”.
Ante esta situación, la pediatra cree que el mejor recurso es disponer de la información adecuada de fuentes fiables y aportarla en el momento de la vacunación. “El Ministerio de Sanidad afirma que la vacuna es compatible con la lactancia y numerosas asociaciones científicas han elaborado documentos de posicionamiento y recopilación de la información que pueden servir para reclamar el derecho a ser vacunadas”, insiste.
En esta línea, la Asociación Española de Promoción y Apoyo a la Lactancia Materna (AELAMA), una asociación científica sin ánimo de lucro formada por profesionales de ciencias de la salud con formación específica en lactancia materna, recalca en el documento Consideraciones acerca de las vacunas frente a la COVID-19 y la lactancia materna, elaborado por la pediatra Marta Gómez Fernández-Vegue, que, según las recomendaciones actuales, “no se debe limitar el acceso a la vacuna a una mujer por su condición de madre lactante”, ya que esto podría ponerle en la circunstancia de tener que elegir entre seguir amamantando o ponerse la vacuna. Una vacilación innecesaria porque suspender la lactancia materna para recibir la vacuna no sólo no está justificado, sino que además pone en riesgo la salud tanto de la madre, como del lactante.
¿Transmite la vacuna inmunidad frente al coronavirus en niños lactantes?
Desde LactApp, creadoras de la primera aplicación sobre lactancia materna basada en inteligencia artificial, han iniciado un estudio pionero en la Unión Europea para determinar si la vacuna también transmite inmunidad a los bebés y niños amamantados. El estudio, realizado con la colaboración del CSIC, y del que se espera conocer los resultados en las próximas semanas, va a analizar hasta 12 muestras de leche por participante con el objetivo de determinar si se excreta en la leche, y si a través de esta se logra transmitir inmunidad al bebé.
El propio Gobierno de España en su estrategia de vacunación señala que la vacuna no se considera un riesgo para el lactante
Laia Aguilar, jefa médica de LactApp y una de las coordinadoras de la investigación, considera que es necesario tener datos para que deje de haber esa controversia con respecto a la vacuna y la lactancia materna. “Estamos viendo una actuación dispar en función de la comunidad, o incluso entre hospitales, a pesar de que el propio Gobierno de España en su estrategia de vacunación señala que la vacuna no se considera un riesgo para el lactante, por lo que las madres que amamantan y pertenecen a un grupo de riesgo pueden ser vacunadas y no deben suspender la lactancia”, señala.
Laia Aguilar de nuevo insiste en que las mujeres deben poder tomar la decisión de vacunarse de manera libre e informada, y asegura que desde LactApp trabajan para poder aportarles toda la información disponible para que puedan decidir. “Dado que la recomendación oficial actual es vacunar a grupos de riesgo, como sanitarias, aunque estén en periodo de lactancia, no hay motivo justificado para negarles la vacunación. De no hacerlo, pueden tramitar una reclamación”, concluye.
Creado: 27 de enero de 2021