El duelo en la infancia aumenta el riesgo de psicosis
24/01/2014
Una nueva investigación –que se describe en un artículo publicado en British Medical Journal– asocia vivir la pérdida de un ser querido durante la infancia con un mayor riesgo de psicosis durante la edad adulta, especialmente si se trata del suicidio de un familiar muy allegado como los padres o hermanos.
En estudios anteriores ya se había observado que las posibilidades que tienen los adultos de padecer enfermedades pueden estar influenciadas, además de por la genética del individuo, por su estilo de vida y su exposición a determinados factores ambientales. Y hay pruebas también de que el estrés psicológico de la mujer durante el embarazo afecta de forma negativa al desarrollo del feto.
En la investigación, que fue llevada a cabo por científicos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, se emplearon datos de la Junta Nacional Sueca de Salud y Bienestar Social y Estadística de Suecia, de 946.994 niños nacidos en Suecia entre los años 1973 y 1985.
Se tuvo en cuenta la edad de los niños cuando experimentaron el suceso dramático –incluso si este había sucedido antes de su nacimiento–, estableciéndose periodos de tres años durante la infancia, entre los 0 y los 13 años. En el caso de que se produjera más de una muerte en el entorno de los niños, se dio prioridad a la primera, y también se clasificaron los fallecimientos de acuerdo a su causa: suicidio, accidente, lesión mortal, o enfermedades como cáncer o paro cardiaco.
Las posibilidades de desarrollar una enfermedad psicótica eran mayores cuanto más temprano en la infancia se hubiera producido la muerte del familiar
Los investigadores no observaron un mayor riesgo de psicosis si la exposición al acontecimiento se produjo en el periodo prenatal. Sin embargo, la vivencia del proceso de duelo por la muerte de alguno de los miembros de la familia nuclear (padres o hermanos) implicó un incremento en el riesgo de cualquier tipo de psicosis –tanto las no afectivas, como la esquizofrenia, como las afectivas, como el trastorno bipolar–, y las posibilidades de sufrir enfermedad psicótica eran mayores cuanto más temprano en la infancia –de 0 a 3 años– se hubiera producido el fallecimiento del familiar.
También se constató un mayor riesgo si la causa de la muerte había sido un suicidio en comparación con los accidentes, y este disminuía si el familiar había fallecido por causas naturales.
Actualizado: 7 de agosto de 2017