En qué consiste la custodia compartida
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Una separación sentimental o divorcio es un proceso doloroso para una pareja, pero si tienen hijos estos suelen ser las principales víctimas, ya que la ruptura altera la estructura familiar tal y como la conocían y puede afectar a su estabilidad emocional. Ante esta situación la opción de la custodia compartida, una fórmula legal en la que ambos progenitores se reparten en igualdad de condiciones –con los mismos deberes y derechos– la guardia y custodia de sus hijos menores de edad, permite brindar a niños y adolescentes la seguridad que tanto necesitan y que contribuye a su bienestar físico y psicológico, y que los padres asuman su responsabilidad a partes iguales.
“Es sin duda la mejor solución”, afirma categórica María Isabel Baranda, psicóloga que cuenta con 34 años de experiencia a sus espaldas como mediadora familiar. Esta profesional constata cómo “los padres de ahora se quieren implicar más y las madres son más generosas”, una evolución acompañada por la sociedad, incluidos jueces y fiscales.
Ser hijo de una pareja separada es una realidad cotidiana en casi cualquier parte del mundo: el 47% de las 101.294 parejas que se separaron o divorciaron en España en 2016 –último año del que se tienen cifras oficiales (INE)– tenía hijos menores de edad. La custodia compartida fue otorgada en el 28,3% de los casos (frente al 24,7% del año anterior), un porcentaje que no ha hecho más que aumentar desde que en el año 2005 se aprobó una nueva ley en la que se reconoce expresamente esta figura. Ese año la solicitó un pírrico 2%; hoy, más de un tercio de los padres, en detrimento de la custodia exclusiva de la madres.
Se trata de un fenómeno en expansión que proviene de Estados Unidos, donde esta modalidad está muy implantada, al igual que en Gran Bretaña, Italia, Francia y los países del norte de Europa. Aunque también existen situaciones en las que se desaconseja: relaciones muy hostiles y manipuladoras entre la pareja, maltrato, consumo de drogas, o cuando se trata de bebés y niños muy pequeños, en cuyo caso María Luisa Baranda propone un régimen de visitas continuado –diarias cortas, mejor que un día a la semana– para el padre, que así será también figura de apego, hasta que el niño crezca.
Cómo explicar a los niños la custodia compartida
Una vez tomada la decisión de separarse es primordial informar a los niños de ello, y si es posible hacerlo con una cierta antelación para que puedan ir asimilándolo. En este sentido, el discurso debe adaptarse a la edad y capacidad de comprensión de los pequeños; no es lo mismo uno de cinco, al que no hay que dar muchas explicaciones, que uno de doce, que sin duda las pedirá. “Lo ideal es que lo hagan los dos juntos, si es posible por la mañana, para que tengan tiempo de digerirlo, y en un tono sereno y respetuoso”, aconseja la psicóloga.
Es importante que les quede claro que ellos no tienen nada que ver con esa decisión, y que no es modificable. Además, hay que detallar cómo va a afectar esto a sus vidas y rutinas: a partir de ese momento van a tener dos casas –la de mamá y la de papá– y van a pasar un tiempo en cada una de ellas. Aunque los padres también pueden pactar que los niños no se muevan del domicilio familiar y sean ellos los que se desplacen con la periodicidad estipulada.
Lo fundamental es que sepan que van a seguir contando con los dos, que siempre les van a querer, ayudar y proteger, respondiendo a todas sus preguntas y sin esperar que comprendan vuestros sentimientos y se solidaricen con ellos.
Creado: 26 de junio de 2018