Los niños con problemas de conducta tienen peor salud
18/11/2015
Los niños con problemas de conducta tienen una talla, peso e IMC menor que la media de los menores de la misma edad y, en general, peor estado de salud. Además, suelen seguir una dieta poco saludable o menos equilibrada, con una baja ingesta de pescado, verduras y frutas, y un consumo mayor de azúcar, refrescos y snacks, y duermen alrededor de media hora menos de lo recomendable, según conclusiones del Estudio Época, que ha analizado a unos 1.000 niños de entre 6 y 12 años, y en el que han participado más de 200 pediatras.
Los factores de riesgo más importantes relacionados con la aparición de problemas de conducta en la infancia, son la obesidad, un entorno familiar o social inadecuado, un nivel socio-económico bajo, una dieta desequilibrada, o la falta de sueño
El objetivo de este trabajo era determinar el perfil de los menores con problemas de conducta y evaluar su impacto en la salud y la calidad de vida tanto de los niños afectados, como de sus familias, a fin de poder aconsejar a los especialistas en pediatría sobre cómo abordar este tipo de trastornos, ya que se observó que un 50% de los familiares de los pequeños sufrían alteraciones del estado de ánimo como ansiedad, tristeza o desesperanza.
La última Encuesta Nacional de Salud revela que el 2,2% de los menores presenta algún problema de conducta y el 1% algún trastorno mental, pero muchas de las consultas de padres y cuidadores a los pediatras se refieren a niños que no sufren ninguna patología específica, sino que tienen comportamientos inadecuados como nerviosismo, falta de atención y de concentración, hiperactividad, o dificultades de aprendizaje.
En estos casos, el 26,2% de los pediatras –según datos del Estudio Época– ofrece consejos generales para mejorar el comportamiento, mientras que el resto recomienda un cambio de hábitos, y en algunas ocasiones les derivan al psicólogo o les prescriben algún suplemento alimenticio rico en ácidos grasos omega 3 (que ayudan a mantener una correcta función cerebral), o una combinación de estas medidas.
Según el estudio, adoptar estas medidas, especialmente cuando se combinaron con los complementos nutricionales, ayudaron a reducir los problemas conductuales y emocionales y los comportamientos hiperactivos que presentaban estos niños. En cuanto a los factores de riesgo más importantes que se han relacionado con la aparición de problemas de conducta en la infancia, y que por tanto hay que prevenir, destacan la obesidad, un entorno familiar o social inadecuado, un nivel socio-económico bajo, una dieta desequilibrada, o la falta de sueño.
Actualizado: 15 de marzo de 2017