Miedos y fobias infantiles
El miedo forma parte del desarrollo infantil, pero si es demasiado intenso y frecuente puede volverse patológico. Explicamos las causas de los miedos en los niños, y cómo tratarlos para evitar que se conviertan en fobias.

Miedos evolutivos infantiles: en qué consisten y por qué aparecen

Por: Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga clínica sanitaria, especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil

Actualizado: 8 de diciembre de 2022

Los miedos en la infancia son un fenómeno normal que forma parte del proceso de desarrollo infantil sano, permiten al niño protegerse de las posibles amenazas de un mundo aún por descubrir, y favorecen el alejamiento de peligros potenciales. Estos miedos que forman parte del desarrollo son conocidos como miedos evolutivos.

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Este tipo de miedos son necesarios porque cumplen una importantísima función protectora y socializadora en la infancia, varían dependiendo de la edad del niño y su nivel de desarrollo, y a medida que el pequeño va madurando irán desapareciendo de forma gradual, aunque algunos pueden mantenerse durante varias etapas de crecimiento.

Miedos evolutivos más comunes según la edad del niño

Teniendo en cuenta que cada niño es diferente, y por lo tanto los temores expuestos son orientativos y pueden aparecer diferentes objetos temidos, estos son los miedos evolutivos más habituales que puede experimentar tu hijo en función de su edad:

0-6 mesesRuidos fuertes y falta de soporte, la sensación de verse suspendidos.
7-12 mesesSeparación de las figuras de apego, miedo a personas desconocidas.
1 añoSeparación de las figuras de apego, personas desconocidas, daño físico.
2 añosTemor a lo desconocido, a los bichos y animales que les puedan dañar, ausencia de figuras de apego, oscuridad.
3 añosTienen miedo a la oscuridad, a ciertos animales, a las máscaras; también puede aparecer el temor a objetos desconocidos.
4 añosOscuridad, animales, ausencia de figuras de apego, fenómenos naturales como tormentas.
5 añosA los de la etapa anterior se añade el daño físico o a caerse.
6 añosEl miedo a la oscuridad continúa y se matiza; aparece el temor a seres malvados que pueden aparecer en la oscuridad (fantasmas, ladrones, etcétera), miedo al daño físico, a que pueda ocurrir algo a sus figuras de apego, y comienza el temor a la enfermedad.
7-8 añosLes da miedo la soledad, personajes y animales de terror, sentirse ridículos ante otros, no ser aceptados, que pueda ocurrir algo malo a los seres queridos…
9-12 añosDaño físico, falta de aceptación social, miedo a la muerte, a suspender un examen, a ser atacados…

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Por qué aparecen los miedos en la infancia

Las características del pensamiento del niño, unidas a los aspectos evolutivos presentes en esta etapa, favorecen su aparición y permanencia. Hay cuatro factores que influyen especialmente en los miedos infantiles:

Miedo y fobias infantiles
  • Capacidad simbólica. La capacidad simbólica es un gran logro para la mente del niño; es la capacidad de representar situaciones en la mente. En el caso del miedo, la capacidad simbólica supone poder tener miedo a lo que pueda ocurrir. El menor puede prever situaciones temidas y, aunque estas no sucedan, puede temer lo que podría ocurrir.
  • Pensamiento mágico del niño. El pensamiento del niño es un pensamiento mágico, que le provoca una dificultad para diferenciar claramente lo real de lo imaginario. Esta dificultad favorece su creencia en la posibilidad de que existan seres imaginarios como monstruos, brujas, etcétera.
  • Avances en la maduración. El niño va madurando poco a poco; los avances en la maduración le permiten adaptarse y entender mejor el mundo que le rodea, pero también pueden favorecer la aparición de miedos infantiles. Se produce un aumento del campo perceptivo, y con ello un incremento de la percepción de peligros y el miedo que conlleva.
  • Aprendizaje social. Gran parte de los aprendizajes son fruto del proceso de aprendizaje social; el niño observa a los individuos de su entorno y aprende conductas adecuadas para la sociedad en la que vive; así, a través de los demás, también puede aprender a tener miedo y a temer lo que otras personas temen; bien por ejemplo por tener unos padres temerosos o con trastornos de ansiedad, bien porque les metan miedo verbalmente a ciertas situaciones u objetos.

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Creado: 13 de septiembre de 2017

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