Custodia compartida
La custodia compartida puede atenuar el impacto de un divorcio o separación en los niños, ya que los padres asumen la responsabilidad de su cuidado por igual. Conoce sus requisitos, ventajas e inconvenientes, y consejos al aplicarla.

Ventajas de la custodia compartida e inconvenientes

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 29 de julio de 2022

La custodia compartida implica que ambos progenitores ejercen la guarda y custodia de sus hijos; es decir, viven con ellos durante los periodos de tiempo pactados, cuidándolos y asistiéndoles en todas sus necesidades, un modelo cada vez más normalizado y deseable que implica las siguientes ventajas:

  • Ambos padres se mantienen como cuidadores y figuras educativas: comparten en igualdad responsabilidades y derechos.
  • Ningún progenitor se convierte en secundario o periférico: el tiempo de convivencia con ambos es similar.
  • Hay cambios, sí, pero el niño no ve alterada de manera drástica la rutina habitual que tenía antes de la separación.
  • El niño mantiene un vínculo afectivo continuo con ambos, basado en la calidad de las relaciones padre-hijo, lo cual redunda en una mejor autoestima del menor.
  • No se cuestiona la aptitud de ninguno de los padres; al revés, se percibe al otro progenitor como alguien competente e importante para el niño.
  • Para optar a la custodia compartida no es necesario que ambos padres trabajen o tengan el mismo poder adquisitivo; es más, puede propiciar una relación parental más equilibrada al asumir los dos roles equivalentes.
  • Disminuyen los litigios post-separación porque hay un mayor respeto y comunicación entre ellos.
  • Según señalan todos los estudios realizados hasta la fecha, la custodia compartida es la que arroja a corto y largo plazo mayores niveles de bienestar y desarrollo físico y emocional en los menores, incluso en los casos de conflicto entre los padres.

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Posibles desventajas de la custodia compartida

Principales inconvenientes de la custodia compartida, que también conviene tener en cuenta antes de tomar una decisión al respecto:

  • Para que haya custodia compartida es condición imprescindible que los dos progenitores vivan en la misma localidad y relativamente cerca.
  • Las reglas y los horarios, sobre todo en caso de niños pequeños, tienen que ser muy similares en las dos casas para no crear inestabilidad y confusión en el menor: no vale que en una se acuesten pronto y en la otra, por ejemplo, le dejen ver la tele hasta las diez. O que en una se les deje comer lo que quieran, y en la otra se procure una alimentación equilibrada.
  • Lo mismo sucede en cuanto a las pautas educativas, los padres han de estar dispuestos a que sean idénticas cada vez que estén a cargo de ellos, sobre todo cuando los menores entran en el complicado mundo de la adolescencia y quieren aprovecharse de la circunstancia de ser hijos de padres divorciados: a qué edad comprarle su primer móvil, en qué momento pueden salir solos, horas de regreso a casa, etcétera.
  • El seguimiento escolar también tiene que ser regular y equitativo en ambos hogares, en especial en los casos de bajo rendimiento.
  • Las exparejas se tienen que ver y hablar de continuo, lo que implica que se tienen que llevar razonablemente bien. Esta proximidad no impide, sin embargo, que cada uno pueda rehacer su vida sentimental, ya que su relación se circunscribe a su rol de padre o madre.

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Creado: 26 de junio de 2018

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