Hirsutismo
La acumulación excesiva de vello en zonas ‘no habituales’ por culpa de un desequilibrio hormonal es un problema estético que afecta a muchas mujeres y que también puede implicar ansiedad y rechazo social.

Causas del hirsutismo

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Existe una gran variedad de circunstancias que pueden llevar a la aparición del hirsutismo, todas ellas relacionadas con una alteración de los niveles o del metabolismo de las hormonas androgénicas.

El hirsutismo puede tener dos puntos de origen fisiológico. El trastorno puede manifestarse como respuesta a la aparición de una patología en un órgano secretor (aquel que segrega una sustancia, en este caso hormonas), que actuará a nivel local, o en algún punto más alejado del órgano afectado, ejerciendo un efecto determinado; o a una alteración en un órgano diana (órgano blanco de la hormona liberada, sobre el cual actuará esta desencadenando una respuesta concreta).

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En el primer caso, los órganos afectados suelen ser el ovario, la glándula suprarrenal o la hipófisis. Este es el denominado hirsutismo central. En el segundo caso se habla de hirsutismo periférico o idiopático; este aparece con el inicio de la pubertad y, al contrario que en el de tipo central, no se observan alteraciones en las cantidades de hormonas circulantes.

No se conoce ninguna causa de origen endocrino que pueda explicar la aparición del signo, de ahí que se le haya llamado hirsutismo idiopático: la palabra idiopático hace referencia a patologías cuyo origen exacto se desconoce. La base del hirsutismo periférico se encuentra en una hipersensibilidad del órgano diana, en este caso los folículos pilosos, a los niveles de hormonas circulantes; se produce una respuesta desproporcionada por parte de los folículos a la presencia de cantidades normales de hormonas. Se cree que la causa de esta sensibilidad incrementada puede encontrarse en la existencia de un aumento de la actividad de la hormona 5–alfa–reductasa, presente en los folículos pilosos. La consecuencia  de esto será la aparición de un vello más grueso y pigmentado de lo normal, ya sea en zonas concretas o de forma generalizada. No cursa con otras alteraciones como ciclos menstruales irregulares o problemas de fertilidad, como suele ocurrir en muchos casos de hirsutismo central.  

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Respecto a los mecanismos causantes del hirsutismo central, se conocen diversas patologías que pueden terminar manifestándose de este modo:

Ovario poliquístico

Hirsutismo de origen ovárico

  • Síndrome del ovario poliquístico: esta es la patología que cursa por excelencia con el hirsutismo. Se debe a un desajuste en el nivel de las hormonas encargadas de la ovulación. La maduración de los ovocitos en el ovario se produce dentro de unas estructuras denominadas folículos; para que sea posible llevar a cabo la maduración se requiere la presencia de, entre otros factores, una hormona denominada hormona estimulante del folículo (FSH). Una vez maduro, para que se produzca la salida del ovocito del ovario debe originarse un pico de secreción de la hormona luteinizante (LH).  En algunas mujeres este proceso hormonal se encuentra alterado, y en el momento de la ovulación los niveles de LH no superan los de FSH, de modo que no es posible la ovulación. Los folículos con ovocitos no liberados van acumulándose en la superficie del ovario, lo que da lugar a quistes que van a producir andrógenos. Esto, además de poder dar lugar a menstruaciones irregulares o ausencia de la misma, puede ocasionar manifestaciones típicas de un trastorno hormonal como son el acné y el hirsutismo.
  • Tumores ováricos: los tumores son proliferaciones anormales de células que, por decirlo de alguna manera, comienzan a funcionar independientemente del resto del organismo. Estas masas de células pueden secretar distintas sustancias, entre ellas hormonas que en determinadas ocasiones son hormonas androgénicas.
  • Hipertecosis ovárica: enfermedad que consiste en una proliferación de las células de la teca (una de las capas de células que rodean los folículos), células con función secretora. Los niveles de FSH y LH son normales, pero se produce una secreción excesiva de andrógenos.

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Hirsutismo de origen suprarrenal

  • Hiperplasia suprarrenal congénita: esta patología se caracteriza por la ausencia de una enzima necesaria para la síntesis de dos hormonas, el cortisol y la aldosterona. Sin estas hormonas, tiene lugar un aumento en la producción de hormonas androgénicas, que derivará en la aparición de características típicamente masculinas.
  • Síndrome de Cushing: este síndrome viene dado por un incremento en la producción de la hormona cortisol, a causa de la aparición de un adenoma hipofisario, tumores o anomalías suprarrenales, presencia en la hipófisis de tumores productores de ACTH (hormona adenocorticotropa, precursora de cortisol), o el uso crónico de glucocorticoides. El cortisol es un glucocorticoide que participa en el metabolismo de grasas, proteínas e hidratos de carbono. Entre los signos más comunes de esta patología se encuentran la aparición de acné, el hirsutismo, la obesidad, la impotencia o la amenorrea (ausencia de menstruación).
  • Tumores suprarrenales: del mismo modo que en el ovario pueden crecer tumores secretores, en la corteza suprarrenal pueden aparecer estas formaciones, dando lugar a una alteración de tipo endocrino.

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Hirsutismo de origen suprarrenal
El síndrome de Cushing tiene síntomas como el hirsutismo, obesidad, impotencia o acné.

Hirsutismo de origen hipofisario

La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula secretora de hormonas, cuya función es inducir la secreción de hormonas por otras glándulas; podría decirse que es un centro de control en la liberación de hormonas (aunque en realidad esta es dirigida a su vez por el hipotálamo).

Algunas patologías, como una hiperplasia en la hipófisis, pueden dar lugar a una secreción excesiva de cortisol, originando el ya citado Síndrome de Cushing.

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