Qué es la criolipólisis
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La criolipolisis es un método dermatológico no invasivo, inventado por científicos de la Universidad de Harvard, y que consiste en aplicar un frío intenso mediante el cual se eliminan las células de grasa localizadas en determinadas zonas del cuerpo. Algunos expertos lo consideran una alternativa a la liposucción, ya que ofrece resultados similares y conlleva menos riesgos para la salud del paciente.
El proceso –también conocido como Coolsculpting– consiste en poner sobre la región que se quiere tratar un dispositivo que encapsula dicha zona haciendo el vacío y la enfría hasta que alcanza entre los 0ºC y los -4ºC, aproximadamente, en algunos casos más. Con este procedimiento los adipocitos –o células que forman el tejido adiposo– se congelan y, después, al descongelarse, se destruyen. Una vez que esto sucede, nuestro organismo puede eliminar estas células muertas mediante el proceso metabólico habitual.
Conviene destacar que la finalidad de la criolipolisis no es reducir peso. Es decir, si lo que queremos es adelgazar, previamente y también después de someternos a esta técnica, lo que debemos hacer es llevar una dieta equilibrada –con el aporte calórico apropiado a nuestra actividad diaria–, así como practicar ejercicio físico moderado al menos tres veces en semana.
Por tanto, la criolipolisis es un complemento a estos hábitos de vida saludable y permitiría eliminar la grasa superficial que, a pesar de ello, persiste en determinadas zonas del cuerpo como son el abdomen, los glúteos, los laterales del torso, las caderas, las piernas, los brazos o la espalda.
Cómo es una sesión de criolipólisis
Antes de llevar a cabo la sesión de criolipólisis se debe tener una cita con el especialista para que determine si este es el tratamiento más adecuado para el paciente, y en la que marca las zonas que el paciente quiere tratar y que dependerá directamente de su morfología. Para ello tomará medidas con el plicómetro, una herramienta que aprisiona la grasa que quiere medir, como si de una pinza se tratase, e indica la cantidad de grasa. Ya en la sesión se introducirá esa medida de grasa en la máquina de criolipólisis para que establezca el rango de temperatura sobre el que deberá operar. Las bajas temperaturas que se llegan a alcanzar pueden dañar la piel del paciente, por lo que para evitarlo se coloca una toallita compuesta por varias membranas anticongelantes y una crema especial, que actúan como una segunda piel, protegiéndola de la acción del frío.
Después se colocará la máquina sobre la zona a tratar y se procederá a su succión para comenzar con la congelación de los adipocitos. Puesto que la eliminación de la grasa se consigue al someterla a bajas temperaturas, y teniendo en cuenta que la temperatura corporal varía de unas personas a otras, para conseguir el éxito de este tratamiento es imprescindible que la temperatura aplicada a cada paciente y en cada sesión se regule de forma personalizada. Durante el proceso, y en función de la zona que se trate, no es necesario que el paciente esté tumbado, sino que puede permanecer sentado y realizar simultáneamente otras actividades como leer o escuchar música, por ejemplo.
Es muy importante que el profesional realice un masaje sobre la zona después del tratamiento, para poder así deshacer los pequeños cristales de grasa congelada y que sean eliminados por el organismo. Durante los meses posteriores, nuestro organismo eliminará progresivamente las células de grasa a través del metabolismo. Los efectos positivos de la criolipólisis son visibles a partir del segundo mes, pero las células de grasa se pueden tardar hasta cuatro meses en eliminar tras la sesión.
Creado: 14 de febrero de 2013