Olor de pies
La higiene es fundamental para eliminar el mal olor de pies, pero a veces no basta. No dejes que este problema te avergüence, busca las causas de ese desagradable aroma y la mejor solución para tu caso.

Soluciones al mal olor de pies

Antitranspirantes tópicos

Los antitranspirantes tópicos evitan el sudor y el mal olor causado por las bacterias

Por: Enrique González

Periodista experto en salud y bienestar

Actualizado: 5 de mayo de 2023

Aunque el mal olor de pies no representa un problema de salud en sí mismo, para muchas personas supone un inconveniente en sus relaciones sociales. Lo más recomendable en ese caso es recurrir a la ayuda de un especialista; sin embargo, como apunta la dermatóloga Constanza Bahillo, “la gente no acude a la consulta porque le avergüenza o porque infravalora esta cuestión”. No caigas en ese error si de verdad te preocupa este problema, porque hay diferentes opciones para acabar con los malos olores.

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Polvos antitranspirantes para el mal olor de pies

El remedio a la podobromhidrosis dependerá del grado de sudoración al que se vean sometidos tus pies diariamente. De menor a mayor gravedad, puedes despejar los malos olores a través de:

  • La higiene: en la mayoría de los casos, la limpieza frecuente y localizada con un jabón antibacteriano puede solucionar el mal olor de pies.
  • Pomadas o polvos antibacterianos: son el siguiente paso cuando el lavado diario no termina de resolver la podobromhidrosis. Actualmente existen muchos productos de este tipo en el mercado, por lo que no es complicado encontrarlos en la farmacia.
  • Antitranspirantes tópicos: en los casos persistentes, estas sustancias atajan el sudor y, por lo tanto, los malos olores producidos por las bacterias. Estos productos contienen cantidades notables de clorato de aluminio, que impiden la transpiración, y también pueden encontrarse en farmacias o supermercados.
  • Fármacos anticolinérgicos: son medicamentos que obstruyen las glándulas sudoríparas, en este caso de los pies.
  • Bloqueo con toxina botulínica: este método inhibe la traspiración, pero sólo durante los meses que duran sus efectos.
  • Intervención quirúrgica: debe ser la última de las opciones, sólo para aquellos casos en los que todas las opciones anteriores han fallado. Existen diferentes tipos de operaciones, pero las más comunes pasan por la eliminación de las glándulas ecrinas o la simpatectomía, que las inutiliza.   

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Creado: 4 de noviembre de 2014

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