Tratamiento de la hiperhidrosis
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Existen diversas posibilidades de tratamiento para el exceso de sudor que normalmente se aplicarán en función del grado de hiperhidrosis que sufra cada paciente, como:
Antitranspirantes
Los antitranspirantes son sustancias que se aplican sobre la piel para evitar el exceso de sudor. Este efecto se logra gracias a que estos productos taponan los conductos sudoríparos, evitando así la salida del líquido. Los principales antitranspirantes comercializados son los compuestos por sales de aluminio, pudiendo ser variable la proporción de sus componentes en función del nivel de taponamiento que se necesite.
Como inconveniente, en muchas ocasiones los antitranspirantes producen irritación en la piel, y a altas concentraciones pueden dañar la ropa.
Iontoforesis
Este tratamiento para la hiperhidrosis consiste en el cierre de los canales sudoríparos mediante ligeras corrientes eléctricas. Se realiza en sesiones de 10 a 20 minutos en las que el paciente introduce los pies o las manos en un baño acuoso a través del cual se aplica la corriente de forma creciente.
El efecto de este tratamiento puede durar desde seis horas a varios días, y no resulta eficaz en todos los casos.
Toxina botulínica tipo A
La toxina botulínica es una neurotoxina que bloquea la transmisión sináptica del neurotransmisor acetilcolina. Este neurotransmisor es necesario para que las glándulas sudoríparas reciban la señal para comenzar a trabajar. El tratamiento se basa en la aplicación de la toxina en las zonas donde se da la hipersudoración, de modo que los nervios que llegan a las glándulas queden bloqueados.
A la hora de aplicar las inyecciones es muy importante respetar las estructuras musculares para no afectar el movimiento. El efecto de este tratamiento tiene una duración de seis meses y puede realizarse en manos, pies y axilas.
Cirugía para la hiperhidrosis
La técnica quirúrgica empleada en los casos más graves de hiperhidrosis se denomina simpatectomía por toracoscopia. Solamente se emplea en aquellos pacientes que no han respondido a otros tratamientos, y es efectiva principalmente para los casos de hipersudoración de cara y manos.
La operación se realiza por laparoscopia (de modo que es mínimamente invasiva) y consiste en cortar de forma irreversible la comunicación entre los nervios y nódulos que activan la sudoración y las glándulas sudoríparas. En algunos casos los pacientes operados mediante esta técnica sufren un efecto denominado sudoración compensatoria, es decir, el cuerpo elimina por otros sitios el sudor que no se puede eliminar por las zonas bloqueadas. Normalmente las zonas de compensación son la espalda, el abdomen o las piernas.
Creado: 10 de noviembre de 2010