Los zapatos de tacón alto, como advierten todos los especialistas, son perjudiciales para la salud, y según un estudio que realizó en 2012 la Universidad Jyväskylä, en Finlandia, usarlos durante dos años ya es suficiente para observar los primeros signos de sufrimiento en los pies. Sin embargo, si no puedes resistirte a sus encantos y eres de las que piensan que sin unos buenos tacones la ropa no sienta igual, te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a sobrevivir a su uso:
- Aprende a caminar sobre tacones y ve poco a poco. Si no sabes andar con ellos, será más fácil que sufras una lesión y, además, no lucirán si no eres capaz de llevarlos con gracia y elegancia. Si estás empezando a usar tacón alto, elige zapatos con una buena sujeción y que cubran el tobillo, para evitar accidentes y sentirte más segura. Además, pruébalos antes de salir de casa, y practica manteniendo una postura erguida y procurando repartir el peso por todo el pie en la medida de lo posible.
- Cambia de zapatos a diario y alterna distintas alturas de tacón. Ten en cuenta también la actividad que vas a realizar ese día, no es lo mismo pasar toda la tarde de compras que ir al cine.
- Utiliza plantillas. Existen plantillas específicamente diseñadas para aliviar la presión que ejerce el uso de tacones sobre la parte delantera del pie, que disminuyen notablemente las molestias.
- Cuida tus pies. Es importante cuidar los pies siempre, pero si se utilizan tacones resulta imprescindible. Un baño en agua templada, seguido de una buena exfoliación al menos una vez por semana, un masaje todos los días antes de ir a la cama, dormir con los pies ligeramente elevados, y utilizar crema hidratante para prevenir la hiperqueratosis (aumento anormal de grosor de la capa externa de la piel) y mantener la elasticidad del cojín adiposo, son algunos de los mimos que debes dedicar a tus pies. Además, no olvides cortarte las uñas rectas, sin dejar picos y sin apurarlas demasiado, para evitar que se claven.
- Para mejorar la circulación y el retorno venoso es recomendable masajear también las piernas, o someterse a un drenaje linfático de vez en cuando.
- Haz estiramientos de los músculos de la pantorrilla. Un buen ejercicio, que puedes hacer todos los días al llegar a casa es sentarte y pisar una pelota de tenis, utilizando todo el pie –desde la punta de los dedos hasta el talón– para moverla hacia delante y hacia atrás.
- Practica ejercicio físico regularmente. Caminar o correr (eso sí, con un calzado adecuado para la ocasión), o cualquier otro ejercicio indicado para fortalecer las piernas, también te ayudará a soportar mejor los tacones y mantener mejor el equilibrio.