Dolor de garganta al tragar: causas y cómo aliviarlo
El dolor de garganta que se produce al tragar, y la inflamación y enrojecimiento que lo acompaña, puede llegar a ser muy molesto. Conoce sus causas, cuándo acudir al médico y consejos que pueden ayudarte a aliviarlo.
El dolor de garganta al tragar, condición que en ocasiones produce inflamación y enrojecimiento en la zona, es una molestia muy frecuente, sobre todo en los meses más fríos del año, aunque también puede aparecer en otras estaciones. Lo más habitual es que esa hinchazón dure unos pocos días, no más de una semana, y que se cure por sí misma. No obstante, conocer las causas de ese incómodo dolor de garganta que se produce al tragar puede ayudar a encontrar la forma de aliviarlo.
Normalmente se debe a una faringitis leve, es decir, a la inflamación de la faringe consecuencia de una infección vírica, en concreto de los virus responsables de los catarros, que se adquieren por contagio a través de las gotitas de saliva que alguien ya enfermo expulsa al respirar, toser, estornudar o hablar que quedan en suspensión en el aire. También el contagio se puede producir por contacto directo, a través de las manos o al compartir cubiertos, toallas y otros artículos de uso personal.
Pero el dolor de garganta al tragar, además de estar provocado por una infección vírica, puede desencadenarse por otros factores que favorecen su aparición:
Respirar por la boca de forma habitual, en lugar de tomar el aire por la nariz, a menudo como consecuencia de la congestión nasal que suele acompañar a la faringitis.
Pasar mucho tiempo en ambientes secos. La calefacción puede resecar el ambiente y provocar que la garganta se irrite aún más. Hay que tener especial cuidado con los aparatos para calentar con aire directo porque eliminan la humedad de la habitación.
Los cambios bruscos de temperatura, es decir, pasar de un ambiente muy caldeado al frío intenso de la calle. Una buena idea es proteger la garganta y la boca con bufandas, pañuelos o echarpes.
Las alergias a menudo provocan congestión nasal y la persona tiende a respirar por la boca. Además, algunos procesos alérgicos causan inflamación de la faringe.
La contaminación ambiental y la polución.
Respirar substancias irritantes, como algunos productos químicos.
Fumar o respirar el humo del tabaco. Este hábito reseca el tejido de la garganta.
Utilizar mucho la voz (algo frecuente en determinadas profesiones), hablar muy alto o gritar.
Abusar de las bebidas alcohólicas.
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Cuándo acudir al médico por un dolor de garganta
Este tipo de molestia en la garganta suele ser un proceso vírico que se resuelve por sí mismo, pero si aparecen estas otras complicaciones y síntomas, conviene acudir al médico:
Si el dolor de garganta al tragar dura más de tres días.
Aumento del dolor y dificultad para deglutir.
Si aparecen fuertes dolores musculares y articulares.
Experimentar mal aliento.
Aparece fiebre persistente y elevada.
Cuando en la parte posterior de la garganta o en las amígdalas aparecen unas manchas blancas.
Como aliviar el dolor de garganta al tragar
Aunque el dolor de garganta al tragar suele remitir por sí mismo, existen algunos consejos que pueden aliviar esa desagradable molestia y alimentos más recomendables para poder ingerir mientras duren las molestias:
No forzar la voz e intentar que descanse el mayor tiempo posible.
Aumentar la ingesta de líquido. Al hidratarse, las secreciones se hacen más fluidas y no quedan adheridas a la garganta. Hay que tener en cuenta que esa mucosidad puede provocar una tos que irritará aún más la garganta y provocará más dolor.
Beber líquidos, pero templados o tibios. No hay que tomar bebidas ni muy calientes ni muy frías, ya que en ambos casos al pasar el líquido por la garganta se produce más dolor.
Es bueno seguir una dieta con alimentos de textura blanda, como sopas, caldos o yogures, o incluso gelatinas sin azúcar, para no irritar aún más la zona.
Algunos remedios naturales con salvia, jengibre o cúrcuma pueden ser de ayuda para bajar la inflamación.