El tabaco mentolado es el que causa mayor adicción
26/07/2013
El mentol, una sustancia química que provoca sensación de frescor, al actuar en las terminaciones de los nervios cuya función es percibir el frío, puede también estimular la necesidad de nicotina, según un estudio, que ha revelado que los cigarrillos mentolados son más adictivos, y que a los consumidores de este tipo de tabaco les cuesta más dejar de fumar.
El hecho de que al mentol se le atribuyan diversas propiedades beneficiosas –antibacterianas, analgésicas, antiinflamatorias, para combatir la halitosis, etcétera–, y que distintos productos de farmacia y parafarmacia lo incluyan en su composición, ha llevado a algunas personas a pensar, erróneamente, que el tabaco mentolado es menos perjudicial, e incluso creen que tiene ciertas ventajas como enmascarar el olor de la nicotina, o reducir la irritación de garganta.
“El mentol favorece el estímulo de las zonas del cerebro encargadas de procesar la sensación de recompensa, el placer y la adicción ”
Actualmente existe una controversia acerca de si el tabaco mentolado es igual, más, o menos perjudicial que el normal, y hace años que se realizan estudios al respecto, con diferentes resultados. Así, mientras que los hay que señalan que algunas de sus características –como la sensación de una inhalación más fresca y un efecto analgésico que suaviza los efectos del humo–, pueden propiciar que los jóvenes comiencen a fumar, otros estudios han encontrado que los fumadores de tabaco mentolado fumaban menos cigarrillos diarios que los consumidores de tabaco normal.
La nueva investigación, que se ha llevado a cabo en Estados Unidos, y se ha publicado en ‘Frontiers in Pharmacology’, sin embargo, avala las tesis en contra de los cigarrillos mentolados, y concluye que el mentol se une a un tipo concreto de receptor nicotínico de las células nerviosas –el receptor de acetilcolina nicotínico a7– y disminuye la respuesta a la nicotina. A largo plazo, además, esta sustancia parece promover la expresión de otros genes de los receptores nicotínicos en aquellas zonas del cerebro encargadas de procesar la sensación de recompensa, el placer y la adicción.
Actualizado: 20 de junio de 2018