Fumar acelera el deterioro del cerebro en los hombres
10/02/2012
Una nueva investigación sobre las consecuencias perjudiciales para la salud que implica el consumo de tabaco ha revelado que, al menos en el caso de los hombres, fumar acelera el deterioro cognitivo, y que este envejecimiento precoz del cerebro se manifiesta a partir de los 45 años de edad.
El estudio que ha llegado a esta conclusión, publicado en Archives of General Psychiatry, se ha realizado en el Reino Unido con la participación de 5.099 varones y 2.137 mujeres, que contaban una edad media de 56 años al comienzo del estudio, y que fueron evaluados a lo largo de 25 años. Severine Sabia, de la University College de Londres y autora principal del trabajo, explica que los resultados demuestran que los hombres fumadores presentan, con tan solo 50 años, el mismo deterioro de la capacidad cognitiva que se observa en un varón de 60 años que nunca ha fumado.
La función ejecutiva del cerebro, que comprende operaciones complejas como programar y organizar tareas o determinar la conducta a seguir en una situación determinada, es la que más afectada se ve por el envejecimiento cerebral
Las mujeres, sin embargo, no manifestaron ningún deterioro cognitivo apreciable, aunque los investigadores creen que esto podría deberse a que consumieron una menor cantidad de tabaco, o a que el número de hombres que participaron en el estudio fue muy superior.
La función ejecutiva del cerebro, que comprende diversas operaciones complejas como programar y organizar tareas, elaborar planes de acción y determinar la conducta a seguir en una situación determinada, es la que más afectada se ve por el envejecimiento cerebral, según han comprobado los investigadores.
Como en el caso de otras patologías directamente relacionadas con el tabaco, dejar de fumar a tiempo puede reducir significativamente el riesgo de que se produzcan daños en el cerebro. Sin embargo, los resultados de la investigación mostraron que los varones que habían abandonado el hábito tabáquico diez años antes del primer control seguían teniendo más posibilidades de desarrollar precozmente deterioro cognitivo, un riesgo que solo desaparecía en aquellos que llevaban muchos años sin fumar.
Actualizado: 1 de agosto de 2017