Fumar acelera el envejecimiento de la piel
16/06/2014
Fumar no solo es un hábito muy perjudicial para la salud, sino que también afecta negativamente al aspecto físico, ya que por cada diez años que una persona pasa fumando su piel envejece dos años y medio más de lo que lo haría sin verse sometida a los efectos del tabaco.
La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) ha elaborado un documento en el que se explica que fumar provoca una reducción de la circulación sanguínea en los tejidos, y esto hace que la piel pierda elasticidad e influye negativamente en su capacidad de conservación.
Así, con el paso del tiempo, las arrugas del fumador se acentúan y su rostro presenta un aspecto demacrado debido al tono grisáceo de la piel. El daño revierte en parte cuando se deja de fumar porque disminuye entonces la acumulación de radicales libres.
Según los expertos de la SEME, seis de cada diez fumadores deciden abandonar el tabaco por motivos estéticos, y entre las consultas más frecuentes relacionadas con este hábito se encuentran los trastornos capilares por volverse el pelo más frágil, quebradizo y desnaturalizado, el color amarillento de los dientes y el envejecimiento prematuro de la piel.
Seis de cada diez fumadores deciden dejar de fumar por motivos estéticos
El nuevo documento de la SEME propone diversos niveles de intervención por parte de los profesionales para orientar a las personas que solicitan ayuda para dejar de fumar. Y es que, como explica Marta Banqué, autora de este trabajo y especialista en cesación y tratamiento del tabaquismo, conversar durante cinco o diez minutos con el paciente sirve al especialista para obtener los datos que necesita para elegir el mejor procedimiento a seguir, y aumenta significativamente las posibilidades de éxito en el proceso de abandono del tabaco.
El documento tiene el objetivo de ofrecer a estos especialistas herramientas que les permitan identificar con facilidad el tipo de fumador, establecer una valoración de su estado, y determinar su nivel de dependencia que tiene, para escoger así el tratamiento más apropiado a su caso.
Actualizado: 1 de agosto de 2017