La única garantía para no tener resaca es no beber
23/12/2009
Durante las fiestas navideñas se consume el triple de alcohol que el resto del año, y los remedios populares contra la resaca carecen de base científica, aunque algunos mejoren los síntomas. Por eso, si no quieres padecer resaca, los expertos te recomiendan beber con moderación, e ingerir mucho líquido para prevenir la deshidratación.
Nunca faltan consejos a la hora de buscar formas para luchar contra las molestias asociadas al exceso de alcohol. Algunos de los trucos que circulan como “comer antes de acostarse”, “beberse un café” o, incluso, “tomar antiinflamatorios”, no tienen ninguna base científica. Los médicos coinciden en que la única manera de evitar la resaca es abstenerse de beber, o ingerir cantidades pequeñas.
Es cierto que en estas fechas, plagadas de compromisos familiares y sociales, en los que resulta muy habitual la ingesta alcohólica, es difícil concienciarse de la abstinencia. Según datos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas, en nuestro país se consumen anualmente 62 millones de litros de destilados (lo que equivale a 1,4 litros por habitante). Si a esta cifra se le añade el resto de bebidas alcohólicas, como el vino o la sidra, se superarían los 100 litros.
Con metabolismo rápido o lento, el alcohol es el responsable del malestar posterior que cursa con vasodilatación (explicando el aumento de temperatura cutánea y el enrojecimiento de la cara), estómago revuelto, incremento de la frecuencia cardíaca, sequedad de boca, dolor de cabeza…
Cómo se produce la resaca
Cuando se ingiere alcohol el estómago absorbe una fracción que se corresponde, aproximadamente, con el 20% del total, mientras el resto pasa al intestino delgado. Desde el torrente sanguíneo, una pequeña parte se excreta por la orina y el resto lo metaboliza en el hígado una enzima denominada alcohol deshidrogenasa.
La cantidad que el hígado metaboliza es siempre la misma y oscila entre siete y diez gramos a la hora (lo que equivale a una caña de cerveza), al margen de lo que se haya bebido, tal y como explica el coordinador del Programa de Alcoholismo de los Servicios de Salud mental del distrito de Retiro de Madrid, Gabriel Rubio.
Como el organismo sólo tiene capacidad para metabolizar una cantidad pequeña cada hora, si el volumen de alcohol que se ha ingerido supera dicha capacidad, se produce una intoxicación, lo que conocemos como borrachera, que se manifiesta inicialmente con una cómoda euforia que va empeorando a medida que aumenta el nivel de el alcohol en la sangre.
El alcohol (etílico) ente otras funciones inhibe la acción de la vasopresina, una hormona que hace que los riñones ahorren agua para aumentar la cantidad de orina. Al estar ausente, el cuerpo excreta un 10% más de lo habitual, y las meninges (tres delgadas envolturas que cubren el cerebro) son uno de los tejidos más afectados por esta deshidratación, lo que cursa con dolor de cabeza.
Antoni Gual, de la Unidad de Alcohología del Hospital Clinic de Barcelona, señala que aunque mucha gente piensa que el alcohol es una sustancia excitante, en realidad se trata de un depresor del sistema nervioso central.
Rubio advierte que vomitar, beber café, o consumir drogas como la cocaína no alivian la intoxicación etílica.
Recomendaciones
Para prevenir la resaca Gual recomienda que se beba con moderación y lentamente, sin olvidar que beber con el estómago vacío, aumentar la actividad física y estar deshidratado son factores que pueden contribuir a empeorar los síntomas a la mañana siguiente.
El especialista catalán asegura que el factor determinante es la deshidratación, ya que el dolor de cabeza y otros signos, como calambres musculares, se deben a la falta de agua en el organismo.
Gabriel Rubio asegura que para mejorar los síntomas es necesario ingerir líquido en abundancia, dormir lo suficiente y, al día siguiente, comer y hacer ejercicio.
Actualizado: 25 de abril de 2018