Trastornos del sueño en la menopausia
El sueño se hace más ligero a medida que envejecemos. Los síntomas que acompañan a la menopausia tampoco ayudan a tener un descanso nocturno reparador. Te ofrecemos consejos para ayudarte a conciliar el sueño.

Problemas de sueño en la menopausia: causas y consecuencias

Mujer en la menopausia con problemas para dormir

Es muy frecuente que los síntomas de la menopausia afecten a la calidad del sueño.

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 26 de enero de 2024

Los cambios hormonales de la menopausia alteran los ritmos biológicos de la mujer, que puede sufrir trastornos del sueño que la impidan dormir las horas que en ella era habitual, o tener un descanso de inferior calidad que afecte a su vida diaria. A ello se une el hecho de que, a medida que las personas se hacen mayores, el sueño se vuelve más ligero y los despertares nocturnos son más frecuentes. De hecho, algunas mujeres se despiertan con frecuencia y comienzan a tener dificultades para conciliar el sueño unos años antes de la menopausia, durante la etapa de transición.

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Algunos de los síntomas propios de esta fase influyen en la calidad del sueño. Muchas mujeres durante la menopausia se despiertan a menudo por la noche con sensación de inquietud, otras debido a los sofocos nocturnos (con calor intenso o escalofríos), que provocan, a su vez, más ansiedad. De hecho, los sofocos son una de las principales causas que altera el sueño en la menopausia. Si son nocturnos pueden causar sudoración profusa, y despertares una o más veces a lo largo de la noche.

Es importante recordar que se ha comprobado que dormir menos horas de las necesarias tiene repercusiones negativas sobre la salud, como un mayor riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad, menor capacidad de atención y de reacción, pérdida de memoria, alteraciones en la piel y la vista, somnolencia durante el día que puede provocar accidentes, e incluso más probabilidades de padecer problemas emocionales, como la depresión, derivados de un descanso insuficiente.

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Con sueños interrumpidos y ligeros, las mujeres que sufren estos trastornos sienten mermada su calidad de vida. Por la noche no descansan y al día siguiente suelen sentirse sin fuerzas, irritables, e incluso tener dificultades para concentrarse en sus labores profesionales o sus tareas diarias. Como hemos señalado, la falta continuada de un sueño reparador puede repercutir en la salud tanto física como psíquica y, por tanto, ponerle remedio es necesario a cualquier edad, pero más aún durante la menopausia, para evitar además que la acumulación de síntomas no repercuta también en nuestro estado de ánimo.

Causas de los trastornos del sueño en la menopausia
Si los sofocos típicos de la menopausia se producen por la noche dificultan conciliar el sueño o provocan despertares.

Por qué se producen los trastornos del sueño en la menopausia

Los trastornos del sueño durante la menopausia son un fenómeno bastante común y pueden ser causados por varios factores interrelacionados. Así, las alteraciones hormonales y algunos de los síntomas propios de la menopausia son los causantes más habituales de los trastornos del sueño habituales durante esta etapa. Vamos a tratar de explicar sus posibles causas de origen con más detalle:

  • Cambios hormonales: durante la menopausia, los niveles de hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona disminuyen significativamente. Estas hormonas tienen un papel crucial en la regulación del ciclo del sueño. Por ejemplo, el estrógeno influye en la gestión del neurotransmisor serotonina, que es vital para un sueño reparador. La disminución de la progesterona, que tiene propiedades sedantes, también puede dificultar el sueño.
  • Sofocos y sudores nocturnos: los sofocos nocturnos están entre las causas principales de insomnio en las mujeres que los sufren, siendo uno de los síntomas más comunes y molestos de la menopausia. Los sofocos pueden provocar despertares frecuentes durante la noche, lo que interrumpe el ciclo normal del sueño. El calor y la incomodidad de los sudores nocturnos también pueden hacer que sea difícil volver a dormirse una vez despertada.
  • Trastornos del estado de ánimo: la menopausia a menudo se asocia con cambios de humor, procesos de ansiedad y depresión debido a la alteración hormonal, y los miedos personales y otros cambios emocionales que pueden aparecer en la mujer durante este periodo. Estos trastornos del estado de ánimo pueden interferir con la capacidad para dormir bien, por lo que pueden afectar colateralmente al sueño y hacer que este no sea todo lo reparador o de calidad que debiera.  
  • Síntomas irritativos de la vejiga: son una consecuencia de la disminución de hormonas femeninas, especialmente los estrógenos, en el sistema urogenital. Esto puede causar síntomas similares a los de una infección urinaria, incluyendo un aumento en la necesidad de orinar durante la noche, lo que a su vez interrumpe el sueño.

  • Apnea del sueño: aunque menos discutido, el riesgo de apnea del sueño aumenta durante la menopausia. Los cambios en la distribución de la grasa corporal y la disminución de los tonos musculares en las vías respiratorias pueden aumentar la probabilidad de obstrucciones durante el sueño.
  • Cambios en el ritmo circadiano: con la edad, a menudo hay cambios en los ritmos circadianos internos del cuerpo, lo que puede afectar los patrones de sueño. Las mujeres en la menopausia pueden experimentar alteraciones en sus relojes internos, lo que resulta en problemas para conciliar el sueño o mantenerlo.
  • Factores de estilo de vida: los cambios en el estilo de vida que a menudo acompañan a la edad media, como la inactividad física, el aumento de peso y el estrés, también pueden contribuir a los trastornos del sueño.
  • Condiciones de salud relacionadas con la edad: como el síndrome de las piernas inquietas o la artritis, pueden aumentar durante la menopausia y también interrumpir el sueño.

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Consecuencias de los problemas de sueño ligados a la menopausia

Los problemas de sueño ligados a la menopausia pueden tener una variedad de consecuencias, tanto a corto como a largo plazo, que afectan a la salud física, mental y la calidad de vida en general. Y es que, no es raro que la mujer menopáusica tenga dificultades para conciliar el sueño, padezca despertares con cierta frecuencia a lo largo de la noche, o se despierte antes de lo que en ella era habitual, todo lo cual deriva lógicamente en un sueño de peor calidad que influye en su humor y en su día a día posterior.

En cualquiera de estos casos, cuando el sueño es deficitario o de mala calidad en la mujer menopáusica, pueden presentarse diversos síntomas, como fatiga diurna, alteraciones del humor, irritabilidad, tensión, sensación de indefensión, estado de ánimo deprimido. Las señales pueden ser también somáticas gastrointestinales, respiratorias, cefaleas o molestias y dolores no específicos.

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Incluso la alteración del sueño puede afectar las hormonas del apetito, lo que puede llevar a un aumento del apetito y, eventualmente, al aumento de peso. También existe una mayor incidencia de problemas cardiovasculares en mujeres que experimentan trastornos del sueño durante la menopausia, como hipertensión y enfermedad cardíaca.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la falta de sueño puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a infecciones y enfermedades. Los trastornos del sueño también pueden contribuir al desarrollo de problemas metabólicos, como la diabetes tipo 2. Mientras que la fatiga crónica puede exacerbar las sensaciones de dolor y malestar, comunes en otras condiciones asociadas con la menopausia como la osteoporosis o la artritis.

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La falta de sueño provoca también baja concentración. La capacidad de atención cae y el tiempo de reacción aumenta. Puede haber fallos de memoria y alteraciones en el proceso de toma de decisiones o en el aprendizaje.

Por todo ello, entenderás que es importante ponerle remedio cuanto antes para intentar mejorar tus horas de descanso y evitar que condicione de esta manera tu vida diaria. Y es que, entender estas causas y consecuencias es importante para abordar efectivamente los trastornos del sueño durante la menopausia. Para ello, suele recomendarse una combinación de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida para manejar estos problemas de manera eficaz.

Creado: 11 de noviembre de 2016

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