Un nuevo programa mejora las técnicas de cirugía maxilofacial
08/04/2011
Un novedoso programa, que se emplea ya en el Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid y la Clínica Teknon de Barcelona, permite a los especialistas calcular con exactitud todas las fases del procedimiento quirúrgico (cirugía ortognática) que se realiza para corregir las deformidades dentofaciales.
El programa aúna la fotografía del paciente en 3D con imágenes que se han obtenido con una tomografía de haz cónico, lo que hace posible reconstruir la totalidad de los tejidos de la cara del paciente desde cualquier perspectiva. El doctor Jesús Sánchez Gutiérrez, del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Clínico, lo considera una verdadera revolución, y opina que en tan solo cinco años, este programa 3D se empleará en la mitad de las cirugías ortognáticas.
El doctor Sánchez Gutiérrez destaca que el uso de esta nueva técnica permite al cirujano maxilofacial estimar la necesidad de injertos, placas, tornillos, o cualquier otro dispositivo, por lo que la duración de la intervención es menor y se reducen los posibles riesgos para el paciente.
El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), el doctor Rafael Martín-Granizo, explica que con el uso del nuevo programa la intervención quirúrgica es más breve, resulta menos invasiva, y no se producen desajustes posteriores.
Deformaciones dentofaciales
Entre el 8 y el 12% de la población sufre algún desequilibrio asociado a la dentadura y el rostro, lo que se conoce como disarmonías dentofaciales, y un 2% de los afectados necesitan una intervención quirúrgica para corregir la deformación, explica el doctor Sánchez Gutiérrez. La maloclusión, una mordida inadecuada que ocurre como consecuencia de una inadecuada posición de los huesos, es una de las más frecuentes. Hay personas que presentan este defecto desde el nacimiento, mientras que en otras se debe a un traumatismo, o está originado por una enfermedad degenerativa como la artrosis.
La cirugía ortognática se emplea para desplazar los dientes y huesos hasta una posición adecuada, que mejore no solo su función, sino también la salud bucodental del paciente e, incluso, la estética de su rostro. El especialista señala que estas deformidades a menudo se acompañan de disarmonías faciales en el mentón, la nariz, los labios o las mejillas, que también se pueden corregir en la misma intervención, consiguiendo así una importante mejoría estética para el paciente.
El nuevo programa supone un significativo avance tecnológico y tendrá un gran impacto en la calidad de vida del paciente ya que, hasta el momento, los diagnósticos se basan en radiografías bidimensionales, que no permiten observar estructuras profundas ni analizar detalladamente la relación entre la dentadura y los huesos maxilares, por lo que es necesario dibujar encima los tejidos blandos.
Fuente: Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM)
Actualizado: 29 de agosto de 2017