Ofuro, en qué consiste el baño tradicional japonés
Actualizado: 12 de junio de 2024
Japón es un país con muchas tradiciones milenarias, algunas de las más llamativas para los ojos occidentales son las referidas a los rituales de baño y entre ellas destaca el ofuro, que no busca la limpieza del cuerpo, sino de la mente, aunque parece ser que fueron los egipcios los primeros, hace 5.000 años, que probaron los beneficios de este tipo de baños. Sea como fuere, se trata de toda una invitación a olvidarse de los problemas del día a día y desconectar de las obligaciones.
Originalmente las bañeras de ofuro eran de cedro de alta calidad que, al mezclarse con agua caliente, desprendía una serie de aromas relajantes. Sus diseños son bastante simples, rectangulares y más altas que las bañeras occidentales –de unos 60 centímetros–, y a las que se les pone una tapa para conservar el calor entre el uso de una y otra persona.
En la actualidad se construyen también con materiales como la porcelana, u otros sintéticos, porque con la tecnología se consigue mantener con más facilidad la temperatura del agua, pero requieren el uso de sales o aceites para lograr aromas similares a los que se consiguen con el cedro. Quien se anime a tener un ofuro en casa podrá encontrar los modelos más sencillos, para un máximo de dos personas, a partir de 2.500 euros.
Cómo es el ritual del baño en ofuro
El comienzo del ritual para realizar el ofuro de la manera más adecuada lo explica Paco Hernansanz, responsable de la casa rural Bigotes en Arlanzón (Burgos), donde se puede disfrutar del ofuro japonés, que afirma que “la forma tradicional consiste en darse previamente un baño para limpiar bien el cuerpo y así evitar ensuciar el agua del ofuro”.
Tradicionalmente, los japoneses realizan este aseo previo en un taburete bajo y se aclaran con agua en cubetas. El hecho de ducharse previamente se basa en que el ofuro es un momento de relax, no de higiene. Además, el compartir la misma agua con diferentes miembros de la familia exige que no se deba manchar para que puedan utilizarla los demás.
En el momento de entrar en la bañera de ofuro, Paco Hernansanz nos recomienda que “el agua ha de estar a 40˚C, y no se debe permanecer en el interior más de 15-20 minutos”.
El momento habitual para realizar el ofuro es antes de irse a dormir. Sin embargo, en cualquier instante se puede practicar, ya que no existe restricción para ello. El hecho de que tradicionalmente se haga a últimas horas del día es debido al estado de relajación que provoca, lo que ayuda a quien lo practica a conciliar el sueño más rápido y a dormir más tranquila y profundamente.
A la hora de practicar ofuro es conveniente seguir unos consejos para que la experiencia sea más provechosa y saludable. Lo primero que hay que tener claro es que no es conveniente prolongar la estancia en la bañera más de lo indicado aunque el usuario se encuentre bien; además, hay que salir antes de tiempo si se experimenta debilidad para evitar desmayos. Paco Hernansanz nos da otra indicación que resulta indispensable seguir por salud: “es conveniente hidratarse adecuadamente para evitar la deshidratación”.
Ofuro, sento y onsen: claves sobre la cultura del baño japonesa
Desde la cultura occidental se suele ver con curiosidad todo aquello que proviene de lugares lejanos y que resulta diferente a nuestra manera de hacer las cosas, como es el caso del ofuro o baño tradicional japonés.
Lo primero que hay que entender es que la mentalidad es diferente en lo referente al baño. Para el mundo occidental el momento del aseo responde generalmente a una única necesidad de higiene –salvo cuando puntualmente se quiere tomar un baño para relajarse–. En cambio, en la cultura japonesa se distingue entre el momento previo de la ducha para asearse y el ofuro, que está destinado a relajarse, meditar, y olvidarse del ajetreo de la vida diaria.
En el caso de las familias con niños pequeños, los ofuros suelen realizarse juntos para fortalecer los vínculos familiares y establecer rutinas de higiene y descanso en los niños.
Existen tres tipos de lugares donde tradicionalmente los japoneses han podido mantener viva su cultura del baño:
-
Ofuro (お風呂)
A diferencia de la cultura occidental, la zona de baño con una ducha con un taburete y la bañera (ofuro) está en una habitación diferente al inodoro. Uno de los motivos principales para esto es que al buscar relajarse en el ofuro se requiere la paz que produce un espacio dedicado a tal efecto. Primero se hace un aseo previo en la ducha y luego se relajan en el ofuro.
-
Sento (銭湯)
Es la alternativa que se utiliza en Japón en aquellas casas que no tienen espacio suficiente para un ofuro. Son baños públicos donde los asistentes se separan a la entrada según su sexo y acuden a sus zonas específicas, donde deben desnudarse y llevar sólo una toalla que no se puede meter en el agua (lo habitual es ponérsela encima de la cabeza). Dentro de cada área puede llegar a haber diferentes ofuros, no sólo con el agua a 40˚C, sino también con agua fría, templada, con diferentes sales de baño, aromas… El proceso para su uso es similar al que se da en los ofuros en casa.
La ventaja para algunas personas es el efecto socializador que encuentran en los sentos, que acaban siendo también un lugar de reunión. Un aspecto que choca con la cultura occidental es que en muchos sentos no se permite su utilización en caso de tener tatuajes o llevar piercings.
-
Onsen (温泉)
Son el equivalente occidental de los balnearios, y en Japón se calcula que hay alrededor de 2.000. En ellos se aprovechan las aguas termales naturales, que suelen ser ricas en sales minerales, por lo que dependiendo de su contenido, pueden reportar diferentes beneficios. Existen tanto de interior como al aire libre, estos últimos se conocen como ‘rotenburo’. En los onsen la temperatura mínima del agua ha de ser de 25˚C, aunque lo habitual es que esté a 40˚C, que es el punto de calor perfecto en los ofuro. El método de uso y las normas son similares a las de los sentos.
Creado: 6 de julio de 2018