La preocupación por el futuro de las ciudades no sólo se debe al aumento de la población, sino también al impacto que tiene ese incremento sobre el medioambiente. Según la ONU, los núcleos urbanos consumen entre el 60 y el 80% de toda la energía del planeta pero, además, generan el 75% de las emisiones de gases contaminantes. Es decir, si a estas elevadas cantidades les añadimos todavía más habitantes el impacto sería devastador si no se plantean medidas. Por ello, la capacidad de crear espacios urbanos más habitables y el cuidado del entorno son los principales beneficios del concepto Smart City.
Los proyectos tecnológicos enfocados a la construcción de ciudades inteligentes abarcan muchas áreas como la movilidad, la eficiencia energética, la educación, la salud, la seguridad, el urbanismo y un largo etcétera. En todos los casos, el objetivo es generar beneficios para sus residentes. Los más palpables para los ciudadanos de las Smart Cities son:
- Mejoran la movilidad: los transportes, los flujos de personas o la circulación vial son algunos de los principales focos de atención de las ciudades inteligentes. Las iniciativas en este sentido se centran en mejorar el tráfico de vehículos, disminuir los atascos, facilitar los desplazamientos en transporte público, evitar grandes esperas, o diseñar espacios que favorezcan el desplazamiento a pie de las personas.
- Promueven la eficiencia energética: existen proyectos de Smart City basados en la eficiencia a la hora de generar, distribuir, y consumir energía. Con estas iniciativas las ciudades logran reducir el gasto en este concepto, algo palpable no sólo desde el punto de vista de la población en general, sino también en los hogares.
- Preservan el entorno: a través de iniciativas como la inversión en sistemas que optimizan el consumo de energía, la creación de espacios verdes, la promoción del coche electrónico o de las energías renovables, las ciudades inteligentes cuidan del medioambiente. Esto además repercute de manera positiva en la salud de las personas y en la economía de la población.
- Más habitables: la planificación de las ciudades inteligentes tiene por objetivo la comodidad de sus habitantes. La manera de conseguirlo pasa por múltiples ideas para mejorar la gestión del agua, que haya más seguridad, que existan espacios abiertos, recogida de basuras más limpias y menos molestas, más zonas verdes, promoción de vehículos electrónicos…