Coches eléctricos: pros y contras

Si estás pensando en comprarte un coche hoy, quizá estés dudando entre adquirir un coche de motor tradicional o apostar por un vehículo con batería eléctrica. Para ayudarte en esa decisión, te explicamos a continuación las ventajas e inconvenientes (porque no todo es de color rosa) que presenta el coche eléctrico respecto al coche con motor que ha dominado las carreteras del mundo durante las últimas décadas.

Y es que, aunque despacio (sólo representan el 2,76% de la cuota de mercado), la venta de coches eléctricos en España no deja de aumentar. Sobre todo tras el periodo de confinamiento por el coronavirus, que supuso un importante revés para el mercado del automóvil. En 2021 se matricularon en España 23.686 coches eléctricos, lo que supuso una subida del 32,14% respecto al año anterior, según datos de la patronal de fabricantes (ANFAC).

Los puntos de recarga para el coche eléctrico van en aumento: en mayo de 2021 hay en España 10.063 puntos de recarga y 26.093 conectores

Sea como sea, lo que parece una evidencia es que el coche eléctrico es el futuro del sector automovilístico. No en vano, el Gobierno de España fijó en 2019 un objetivo que dice mucho al respecto: cinco millones de coches eléctricos para 2030. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) no ha dudado en rebajar esas expectativas a la mitad. En todo caso, la apuesta por el vehículo eléctrico es indudable. Así si estás barajando hacerte con uno, estos son los pros y contras que te ayudarán en tu decisión.

Ventajas del uso del coche eléctrico

Podría decirse que tener un coche eléctrico supone un apuesta por el medioambiente, pero también aporta otros extras como un menor gasto de mantenimiento y otras ventajas como analizamos a continuación:

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  Conciencia ecológica

  Si obviamos que en países como España la apuesta por las energías renovables es baja y que la electricidad se genera aún en centrales térmicas y nucleares que generan residuos con capacidad para afectar al medioambiente, un coche eléctrico es infinitamente menos contaminante que sus antecesores con motor, ya que para su funcionamiento no quema combustible ni, por lo tanto, expulsa CO2 a la atmósfera.

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  Menos gasto en mantenimiento

  Al tener una mecánica más sencilla y menos piezas que cambiar y reparar (filtros, embrague, correa de distribución, etcétera) el mantenimiento de un coche eléctrico es mucho más barato y se limita apenas a la revisión anual. Diversos cálculos han estimado en alrededor de un 20%-25% el ahorro en mantenimiento durante la vida útil del vehículo.

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  Más eficiencia

  Otro punto de ahorro se encuentra en la eficiencia de los coches eléctricos. El coste en electricidad por cada 100 kilómetros recorridos se sitúa por debajo del euro. En gasolina o diésel esa cifra se dispara hasta los 8 o 9 euros por cada 100 kilómetros de marcha.

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  Bonificaciones por la compra y tenencia

  El hecho de que el coche eléctrico sea la apuesta del futuro para los gobernantes de casi todos los países del mundo es también un aliciente para su compra, ya que suelen estar vigentes numerosas ayudas y bonificaciones para la misma. Además, los beneficios no se acaban ahí, ya que existen bonificaciones en peajes, los impuestos son más bajos, los seguros acostumbran a beneficiarlos en sus polizas e incluso en zonas de acceso restringido a los vehículos como Madrid Central, el aparcamiento es gratuito para los coches eléctricos.

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  Silencio, se conduce

  Si algo caracteriza a los coches eléctricos es la ausencia de ruido, algo que, además de reducir la contaminación acústica de las ciudades, también mejora la habitabilidad del vehículo, ya que no es necesario gritar para oírse o poner la música más alta para escucharla.

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  Más espacio

  A diferencia de en los coches tradicionales, donde el motor y toda su estructura ocupan una parte importante, en los vehículos eléctricos la batería y el resto de componentes son más pequeños y se pueden redistribuir por otros espacios, lo que en última instancia aumenta el espacio dedicado a la habitabilidad del vehículo.

Desventajas de los coches eléctricos

A pesar de todo ello, es precio poner en la balanza algunas otras cuestiones que, por ahora, pesan en contra de los vehículos eléctricos y pueden hacerte plantear seriamente tu decisión de compra:

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  Mayor desembolso inicial

  Pese a todas las ayudas, subvenciones y bonificaciones, adquirir un coche eléctrico es todavía hoy bastante más caro comparativamente que comprar un coche diésel, gasolina e incluso híbrido. Su precio, de hecho, sigue siendo la mayor barrera de acceso a estos vehículos en la mayoría de países.

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  Poca autonomía

  El Tesla Model S es el coche eléctrico que más autonomía ofrece hasta la fecha (610 km), pero estamos hablando de un coche de gama muy alta e inaccesible para la mayoría de los mortales. Si hablamos de marcas más populares, las cifras de autonomía más largas descienden hasta los 455 km del Kia e-Niro o los 449 del Hyundai Kona; la mitad o menos de la autonomía que tienen muchos coches a motor.

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  Deficiente infraestructura para la carga

  Éste, junto al anterior, suelen ser los principales hándicaps para los interesados en comprar un automóvil eléctrico. Aunque van aumentando, los puntos de recarga para el coche eléctrico siguen siendo a todas luces insuficientes. Según datos de la web Electromaps, en mayo de 2022 hay en España 10.063 puntos de recarga y 26.093 conectores. Además, la carga total de la batería puede demorarse entre 5 o 6 horas. Y, aunque hoy ya existen puntos de carga rápido, con capacidad para cargar cuatro quintas partes de la batería en menos de una hora, los fabricantes aconsejan no utilizarlos en demasía porque pueden acabar perjudicando a la batería. Todo esto casi obliga en muchos casos a disponer de garaje y a tener un punto de carga en el mismo (algo que no siempre es posible).

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  Vida y precio de la batería

  La batería, precisamente, es otro de los talones de Aquiles de los coches eléctricos. Como sucede con las baterías de los móviles, con su uso éstas van perdiendo capacidad y, por tanto, reduciendo aún más la autonomía de los coches. A esto hay que añadir que la vida útil de las mismas oscila entre los 7 y 10 años y que su cambio supone un desembolso importante que suele estar por encima de los 1.000€.

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  Viajes interminables y con mucha planificación

  Hoy, con un coche diésel o gasolina, uno puede viajar del este al oeste de España en un día, sin planificar mucho más allá de las paradas para comer y para repostar combustible. El hecho de que los coches eléctricos tengan aún poca autonomía y que la carga de su batería se demore durante horas obliga a planificar el viaje con mucha antelación, tanto para buscar puntos de recarga durante el recorrido como incluso para hacer noche mientras la batería se carga.

Es de esperar que en un futuro cercano estos inconvenientes ligados al coche eléctrico vayan corrigiéndose y la ventaja de adquirir y conducir uno de estos vehículos les haga ganar terreno en las carreteras de todo el mundo en pro de un modo de transporte menos dañino para el medioambiente.