Efectos negativos de la contaminación lumínica y soluciones
Actualizado: 5 de mayo de 2023
El Atlas of Artificial Night Sky Brightness, un estudio que analiza la propagación de la contaminación lumínica a partir de datos satelitales, recoge que más del 80 por ciento de la población mundial, especialmente en Estados Unidos y Europa –donde llega al 99 por ciento–, vive bajo estas condiciones. Sin embargo, este fenómeno no recibe la misma atención que otras fuentes contaminantes para el planeta. Y lo cierto es que sus repercusiones no son tan perjudiciales como otros tipos de contaminación, pero de ninguna manera pueden perderse de vista sus efectos adversos para la salud y nuestro entorno, como son:
-
Impacto ambiental negativo
Este es el mayor daño que produce la contaminación lumínica. Según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el exceso de iluminación artificial hacia medios naturalmente oscuros perjudica a la flora y la fauna de hábitos nocturnos. Por un lado, animales como las aves, los reptiles, los anfibios o los insectos se ven influenciados por este tipo de contaminación en los ciclos migratorios, orientación, apareamiento, etcétera. Por otro, también las plantas, líquenes, algas y organismos, como el plancton marino, sufren las consecuencias. Por ejemplo, la polinización de algunas plantas disminuye en lugares muy iluminados por la noche.
-
Perjudica el descanso y la salud del ser humano
Diversos estudios relacionan la intrusión en las viviendas de la iluminación artificial exterior con la mala calidad del sueño, al afectar a los ritmos circadianos, y con trastornos del humor. La asociación internacional Dark-Sky Association sostiene que la contaminación lumínica puede dar origen a estrés, depresión y otras patologías más graves. Recientemente, un estudio internacional bajo la dirección del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) publicado en la revista Environmental Health Perspectives ha identificado una asociación entre niveles elevados de exposición a luz azul durante la noche –la que emiten la mayoría de luces LED de tipo blanco y muchas pantallas de tablets y smartphones– y un riesgo entre 1,5 y 2 veces mayor de padecer cáncer de mama o de próstata.
-
Contribuye a la propagación de enfermedades infecciosas
Un estudio reciente relacionaba los excesos lumínicos nocturnos de las grandes ciudades con mayores probabilidades de dispersión de patologías infecciosas como el Virus del Nilo Occidental, ya que los pájaros infectados expuestos a luz artificial nocturna portaron concentraciones elevadas del virus durante más tiempo –los mosquitos, que son los que infectan a los humanos, pican a estos pájaros que actúan como portadores del WNV–.
-
Derroche energético y económico
La luz que no se aprovecha, como la que se emite hacia el cielo, es energía malgastada. Y como tal es también un dispendio económico para las ciudades que no apuestan por una iluminación eficiente y responsable.
-
Contribuye al cambio climático
La contaminación lumínica contribuye a dañar el ecosistema en cuanto que la electricidad se genera mediante la utilización de combustibles fósiles, que producen el dióxido de carbono que enturbia la atmósfera y propicia el cambio climático.
-
Perjudica la seguridad vial
La iluminación artificial aporta seguridad cuando estamos al volante; pero en exceso puede ser contraproducente sí, por ejemplo, causa reflejos o las luminarias no dirigen los haces de luz adecuadamente produciendo sombras u otros efectos.
-
Impide ver el cielo estrellado
El firmamento es patrimonio de la humanidad, una de las maravillas de la naturaleza que provocan mayor fascinación. Cuando el alumbrado de las ciudades proyectan luz hacia el cielo se pierde la visibilidad de las estrellas, lo que no solo supone arrebatar a los ciudadanos de hermosas vistas, sino también que la investigación de los cuerpos celestes sea más complicada.
Propuestas de solución a la contaminación lumínica
En el mundo existen un buen número de organizaciones que trabajan con el objetivo de reducir la contaminación lumínica para minimizar en lo posible sus efectos adversos. Las propuestas que plantean para mejorar la iluminación de las ciudades coinciden en cuestiones como la necesidad de mejorar el diseño del alumbrado, pero también por la implementación de políticas y normativas que fomenten un consumo más responsable de la luz artificial.
Entre todas ellas las ideas y soluciones presentadas, los planteamientos más frecuentes para reducir la contaminación lumínica son:
Creado: 4 de mayo de 2018