Plagas urbanas: ¿qué son y por qué son peligrosas?
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Los insectos, los roedores, y algunas aves, forman parte de la fauna con peor reputación en nuestras ciudades. Para el común de los urbanitas se trata de insectos y animales repulsivos, pero además pueden convertirse en un problema serio para la salud pública si no se controlan. El exceso de población de estos molestos vecinos acaba convirtiéndolos en auténticas plagas urbanas que pueden representar un foco de infecciones cutáneas, alergias, e incluso enfermedades peligrosas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como plagas urbanas “las especies implicadas en la transferencia de enfermedades infecciosas para el hombre y en el daño o deterioro del hábitat y el bienestar urbano, cuando su existencia es continua en el tiempo y está por encima de los niveles considerados de normalidad”. Es decir, que la mera presencia de estos bichos no quiere decir que estemos ante una plaga, el problema llega cuando se reproducen en grandes cantidades y además están presentes durante largo tiempo.
Entre las plagas urbanas más frecuentes se encuentran cucarachas, ratas, mosquitos, chinches, garrapatas, gusanos, arañas, o palomas; sin embargo, existe un sinfín de especies que pueden convertirse en una amenaza para la salud. El peligro no sólo procede de su acción directa, ya sea mediante picaduras o mordeduras, sino también porque en algunos casos, como los roedores o los pájaros, son además portadores de vectores que transmiten enfermedades.
Uno de los problemas de salud más asociados a las plagas urbanas es el asma. En concreto, la organización internacional relaciona la aparición de esta patología con la presencia de ácaros del polvo, así como con los excrementos de cucarachas y roedores. Otros trastornos de la salud originados por insectos y pequeños animales son alergias, reacciones de la piel, la salmonelosis, o la enfermedad de Lyme, a los que siguen una amplia lista.
Creado: 22 de mayo de 2015