Tipos de plásticos: usos y cómo se reciclan
Actualizado: 16 de septiembre de 2022
El plástico es un polímero que confiere diferentes propiedades en función de los aditivos añadidos, y del que existen varios tipos. Para entender mejor para qué se utiliza cada uno de ellos, sus características principales, y su mayor o menor facilidad para ser reciclados, ahí va una lista con los tipos de plásticos más comunes, y dónde y cómo reciclarlos para darles una segunda vida:
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Polietileno tereftalato (PET)
Es transparente y ligero y se utiliza principalmente en las botellas de las bebidas y en los envases de alimentos. Este es uno de los tipos de plástico que son más fáciles de reciclar, pudiéndose transformar en nuevas botellas, fibras para textiles, o envases de cosméticos.
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Polietileno de alta densidad (PEAD)
Cuenta con una gran resistencia a las temperaturas, a los químicos y a los impactos. Es flexible, pero tiene cierta rigidez, es ligero y resiste al agua. También es fácil de reciclar y es posible encontrarlo en las botellas de los productos de limpieza, o como recubrimiento interior de los cartones de leche o zumo. Una vez que se ha reciclado puede convertirse en otros envases, detergentes, juguetes o muebles.
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Policloruro de vinilo (PVC)
Otro tipo de plástico con altas resistencias y un bajo peso, y que se puede crear tanto rígido como flexible. Es muy tóxico, tanto en su producción como en su consumo, y aunque es posible reciclarlo, en algunas ocasiones es complicado. Algunos de los elementos que se hacen con este material son las tuberías, las tarjetas de crédito, las pieles sintéticas o los cables. En su segunda vida puede transformarse en tuberías, muebles de jardín o contenedores.
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Polietileno de baja densidad (PEBD)
Es resistente a los golpes y a los productos químicos, es bastante flexible, y su transparencia viene determinada por su espesor. Se puede reciclar en la mayoría de los casos después de su uso como bolsas de la compra, plástico de burbujas o film transparente. Tras pasar el proceso puede convertirse en bolsas para residuos, contenedores, tubos o vallados.
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Polipropileno (PP)
Este plástico es muy resistente y fácil de moldear y soporta muy bien la fricción. Junto al PET y al PEAD es uno de los más fáciles de reciclar. Puedes encontrarlo en tapones de botellas, recipientes de yogur o margarina, táperes, pajitas o pañales, entre muchos otros. Una vez que son reciclados pueden dar forma a contenedores, muebles o textiles.
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Poliestireno (PS)
Un buen aislante que se puede reconocer porque cuando se hincha da paso a lo que conocemos como porexpán. Es muy difícil de reciclar debido a su composición. Tiene numerosos usos, desde rellenos para embalajes, aislantes o cubiertos desechables, hasta hueveras, envases de comida rápida o bandejas de verduras. Lo poco que se puede reciclar de este material se usa para la producción de accesorios de oficina, aislamiento térmico o cubos de basura.
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Otros plásticos
En este tipo de plásticos no se conoce de manera exacta su composición, o no entran en ningún grupo de los anteriores. Son el resultado de la mezcla de varios plásticos, y por este motivo son muy difíciles de reciclar. Si encuentras este símbolo en un envase, evita adquirirlo.
Los plásticos al contenedor amarillo
El proceso de reciclado de los plásticos es algo largo y, en ocasiones, complicado, por eso la recomendación principal es que se intente usar lo mínimo con este material. En caso de que los tengas, es muy importante saber dónde se deben depositar para que puedan ser tratados correctamente.
El contenedor para reciclar el plástico es el amarillo, y es ahí donde comienza el proceso de reciclado. Tras recogerse pasará a las plantas de selección, donde profesionales cualificados y máquinas separarán los residuos por tipos de plásticos para después ser limpiados, cortados en trozos pequeños y convertidos en otros productos.
Creado: 10 de mayo de 2019