La mirra es una resina que se destina en fitoterapia a aliviar patologías bucales, como aftas, inflamación y odontalgias y, además, ahora se estudian sus grandes posibilidades para combatir las infecciones bacterianas.
Beneficios de la mirra para la salud y contraindicaciones
El uso más frecuente de la mirra en fitoterapia es como tratamiento natural en diferentes patologías bucales, pero en los últimos tiempos se está destacando también su posible eficacia frente a diferentes infecciones de tipo bacteriano. Los beneficios que aporta la mirra a la salud quedan resumidos a continuación:
Moderadamente útil para el tratamiento de las inflamaciones leves bucales como úlceras, aftas bucales y glositis o llagas en la lengua.
Favorece la reparación de las mucosas bucales dañadas por llagas, úlceras o heridas y contribuye a remitir el posible foco de infección bacteriana que se produce en las propias mucosas o en la corona dental. Se puede consultar en internet un estudio de la medicina saudí que compara la eficacia de remedios en forma de colutorio con mirra con la que proporcionan los compuestos convencionales con antibióticos de uso corriente como la clorhexidina. No obstante, se advierte de la inconveniencia de un uso prolongado o excesivo de aquel remedio.
Ayuda a desinflamar las encías en gingivitis leves y moderadas.
Supone un buen apoyo para aliviar las inflamaciones de las mucosas del tronco alto respiratorio, en amigdalitis y faringitis, aplicado en forma de gargarismo.
Alivia el dolor bucal tras una extracción dental.
Asociada a otras plantas analgésicas como clavo, ciprés o menta, la mirra ayuda a aliviar el dolor de muelas en remedios de herbolario o tradicionales.
El aceite esencial de mirra en extracto se ha estudiado en infecciones de tipo bacteriano como medio para potenciar la proliferación de leucocitos en la respuesta autoinmune, antes y después de que se haya producido una infección dermatológica o gástrica. Se puede consultar el resumen de un trabajo sobre el tema publicado en la Revista Saudita de Ciencias Biológicas.
El aceite esencial de mirra se ha ensayado también en estudios clínicos como posible alternativa a los antibióticos de síntesis, para tratar la infección bacteriana producida por bacterias de los géneros Staphyloccocus, Bacillus, Escherichia, Klebsiella y Enterobacter, entre otros agentes patógenos, con resultados diversos y en algunos casos prometedores, como los de este estudio.
La mirra se ha usado también como remedio digestivo, para aliviar la congestión estomacal e intestinal, y en tratamientos mixtos contra la colitis ulcerosa.
Se ha indicado como tratamiento natural para combatir la infección por parásitos intestinales, como la cryptosporidiosis, aunque en tal caso parece que funciona mejor en combinación con una medicación clínica convencional o como apoyo de esta.
Los extractos de mirra podrían atesorar una importante acción hipoglucemiante y antioxidante, muy útil para el tratamiento avanzado de la diabetes mellitus. Se han desarrollado ensayos experimentales con ratones con el uso de dos tipos de mirra asociadas a mirabolano índico Terminalia chebula para valorar el efecto antidiabético y antioxidante de la fórmula.
La mirra, tomada por vía oral, es en general segura si se consume en las dosis y frecuencias prescritas, y también lo es cuando se aplica por vía tópica, pero cabe tener presente algunas excepciones y casos en los que está contraindicada, como:
El consumo de mirra por parte de pacientes diabéticos debiera hacerse con máxima prudencia. La mirra puede bajar los niveles de azúcar en sangre, lo que combinado con la medicación, podría generar peligrosas descompensaciones.
Tampoco parece conveniente tomar mirra antes o después de una intervención quirúrgica, a causa de su mencionado posible efecto hipoglucemiante.
La mirra, a dosis altas, podría afectar el ritmo cardíaco.
El consumo de mirra podría estimular el sangrado uterino, por lo cual debe ser evitada por aquellas mujeres propensas a presentar menstruaciones abundantes.
El consumo de mirra en extractos o aceite esencial es incompatible con la toma de algunos medicamentos como la warfarina, un fármaco anticoagulante, y medicamentos antidiabéticos.