La medicina ayurveda emplea el amla o grosellero indio como un rejuvenecedor a nivel físico y mental, que además potencia el sistema inmune. Conoce lo que este remedio herbario puede hacer por tu salud.
Los beneficios del amla o grosellero indio cubren un espectro amplio de dolencias frecuentes en la sociedad actual. A algunas de las indicaciones que le atribuía la práctica medicinal india ayurveda, se le añaden los resultados de diferentes estudios clínicos llevados a cabo en los últimos años, tanto en India como en Occidente.
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El amla nos brinda remedios que nos pueden ser de enorme utilidad en nuestro día a día, pero antes de adquirirla busca el consejo experto de tu herbolario de confianza.
A continuación te indicamos las principales aportaciones para nuestra salud que nos brinda este prodigioso árbol asiático, toma nota:
La tradición medicinal india atribuye al amla un notable efecto tónico y vigorizante, y se ha indicado para personas de edades avanzadas, a convalecientes de una enfermedad o afectadas por estados de estrés y astenia, como un revulsivo vital, de eficacia matizable.
Por su alto contenido en vitamina C y la presencia de polifenoles y flavonoides, los frutos de amla actúan como eficaces antioxidantes, que pueden ayudar a neutralizar la acción de los radicales libres, a frenar el estrés oxidativo, y a prevenir la incidencia de infecciones. Se supone que contribuye a fortalecer el sistema autoinmune.
Se ha empleado en el tratamiento de infecciones digestivas por Salmonella, Staphylococcus sp, Bacillus sp y Shigella sp, incluida la bacteria responsable de la disentería, con resultados notables. Pero se debe consultar con el médico antes de usarlo para tal fin.
Ayuda a frenar la diarrea asociada a infecciones bacterianas y virales.
El grosellero indio es un excelente tónico digestivo, que permite aliviar la pesadez estomacal, la formación de gases y las flatulencias.
Alivia las inflamaciones gastrointestinales en gastroenteritis y gastritis, y ejerce un efecto protector sobre la mucosa intestinal.
Se le atribuye un efecto antisecretor, antiácido y antiulceroso (este último muy leve); inhibe el efecto secretor ácido que ejerce el estómago, y contribuye a mitigar el malestar por irritación y úlcera gástrica.
Se le atribuye un efecto cardioprotector sobre el endotelio (el tejido que cubre la zona interna de los vasos sanguíneos, incluido el corazón), contribuye a bajar la tensión sanguínea, favorece la reducción de las tasas de colesterol LDL y los triglicéridos en sangre al aumentar la actividad de la enzima hepática HGM-CoA reductasa –que degrada el colesterol– y, a la postre, tiene un efecto preventivo sobre los trastornos vasculares.
Se le atribuye un efecto tónico y protector sobre el tejido hepático. Se ha prescrito como apoyo natural para la recuperación de niveles normales de bilirrubina, transaminasas y fosfatasas alcalinas (proteínas que se encuentran sobre todo en el hígado), entre otros indicadores hepáticos.
Los extractos obtenidos a partir de la semillas de amla han sido probados en experimentos con multidosis para evaluar su potencial efecto hipoglucemiante, al disminuir el daño oxidativo que provoca el exceso de glucosa en sangre, con resultados bastante satisfactorios. Se ha estudiado su inclusión en tratamientos de apoyo para la diabetes mellitus del tipo 2, pero parece obtener mejores resultados con formulaciones herbarias mixtas, como la Triphala, que incluye amla con plantas del género Terminalia, o bien asociada a cúrcuma, Salacia y otras. En tratamientos de 21 días seguidos, tomando de 1 a 3 gr diarios, deberían notarse resultados positivos.
Extractos de amla se han utilizado como antiinflamatorios, antipiréticos y antitusivos para el tratamiento de afecciones respiratorias moderadas con elevación de temperatura, como estados gripales, bronquitis y ataques alérgicos y asmáticos leves, aunque su eficacia no es elevada. A tal fin se ha usado también la infusión y decocción de las hojas de amla con miel y otras plantas antipiréticas.
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Las hojas de grosellero indio, en infusión o en polvos, se habían usado también como antiemético, para evitar el vómito (émesis) y las náuseas.
Los extractos de amla han mostrado una potente acción analgésica, comparable a la de determinados medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno, debido a su efecto inhibidor de la síntesis de prostaglandinas, y sumado a su acción antiinflamatoria y vasodilatadora, se ha mostrado eficaz para reducir el dolor y rebajar la inflamación en procesos artríticos como la artritis reumatoide, artrosis, gota y osteoporosis, así como en dolores neurálgicos y cefaleas.
Extractos de polifenoles, como la phylemblicina, presentes en los frutos y las raíces del amla, se han ensayado en el tratamiento de infecciones virales como el herpes simple.
Extractos líquidos de amla se han mostrado eficaces para tratar la inflamación del tejido auditivo, en otitis agudas. No usar en ningún caso sin asesoramiento médico.
Experimentos en laboratorio, con animales y con muestras humanas, han demostrado la capacidad de los extractos aislados de amla para estimular la proliferación celular y la producción de colágeno, proteína que forma parte consustancial del tejido conductivo, incluida la epidermis.
Preparados y productos con extracto de amla han mostrado un alto valor restaurativo, antioxidante y demulcente sobre la epidermis, y se prescriben para el tratamiento de diversas afecciones dermatológicas, como dermatitis agudas, eccemas, úlceras de la piel, acné, urticarias y picaduras de insectos. Tiene un efecto restaurativo sobre la piel y se ha mostrado útil para ralentizar su envejecimiento.
Por su capacidad antioxidante, brinda a las células de la piel un efecto protector ante la exposición a los rayos UVA. Se usa como protector solar y como bálsamo ante quemaduras y escaldaduras.
Lociones y champús que contienen amla se han usado como revitalizadores del cuero cabelludo, por su poder antioxidante y vitamínico. Fortalece la raíz del cabello y previene su pérdida prematura.
Se han desarrollado estudios de laboratorio sobre la actividad antiproliferativa (propagación de células tóxicas) y antitumoral de los compuestos polifenólicos que contiene el fruto del grosellero indio, llegándose a la conclusión de que podrían tener alguna incidencia potencial en la prevención de ciertos tumores. Los ensayos con extractos líquidos de emblica podrían inhibir el crecimiento de células tóxicas en cultivos orgánicos. Todo ello hace pensar que en el futuro el amla pueda llegar a tener un papel en la lucha contra el cáncer pero, de momento, no se cuenta con resultados concluyentes para hacer tal aseveración.
Ensayos clínicos en la India han demostrado una cierta actividad ansiolítica de los extractos de amla, asociada a otras plantas como Tribulus terrestris (abrojo) y Tinospora, a partes iguales, para tratar los estados de ansiedad y la depresión leve, aunque su potencia es inferior al diazepam y otros ansiolíticos clínicos.
En India y Bangladesh –y tal vez también en países de Asia sudoriental– el jugo del fruto de amla se usaba como antídoto de la picadura de escorpión y la mordedura de serpiente.
La tradición ayurveda también prescribe amla para tratar los defectos de visión, el glaucoma y la conjuntivitis.
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Como ves, los beneficios del amla o grosellero indio para la salud son innumerables, pero debes consultar siempre con tu médico y especialista en fitoterapia antes de usarlo con fines medicinales, y recordar que se trata de un complemento pero no un sustituto de tu tratamiento habitual.