Los principios activos del sésamo hacen que su consumo tenga beneficios para la salud, ya que actúa como antioxidante, antiinflamatorio, antianémico, diurético, hipoglucémico, antihipertensivo, analgésico, ligeramente sedante, emoliente y dermoprotector.
Los efectos positivos para la salud que se atribuyen al sésamo quedan resumidos a continuación:
- La toma de sésamo supone un recomendable aporte de nutrientes con un alto valor antioxidante y antiinflamatorio, como son los ácidos grasos insaturados, los lignanos, la Vitamina E y determinadas sales minerales. Puede disminuir la oxidación celular y prevenir la aparición de enfermedades degenerativas, como la pérdida de agudeza visual y la aparición de tumores. Se pueden consultar en internet resúmenes de estudios clínicos, como el llevado a cabo por un equipo del Wan Fang Hospital de la Universidad de Taipei, en Taiwán, sobre la capacidad antiinflamatoria y las propiedades anticancerígenas de los componentes del sésamo, como la sesamina o el sesamol, útiles también en el tratamiento de la diabetes y las enfermedades reumáticas, publicado en MDPI.
- Las semillas de sésamo, muy ricas en fibra y mucílagos, se muestran eficaces en el tratamiento natural de la hipertensión arterial, los niveles altos de colesterol (hiperlipidemias) y, como se ha citado, también para controlar la diabetes tipo 2. En este mismo portal encontramos un estudio del equipo de Vittori Gouveia y otros de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, consultable en Journal of Medicinal Food.
- Por el contenido en ácidos grasos insaturados, se recomiendan también como regulador hormonal, para aliviar las molestias menstruales y del síndrome premenstrual y para combatir algunos síntomas de la perimenopausia, como el dolor lumbar, el insomnio y los estados nerviosos.
- Las semillas de sésamo suponen una buena fuente de hierro y calcio. Pueden contribuir a mejorar los estados anémicos, de debilidad general y atonía.
- Tienen un alto valor diurético y depurativo y pueden contribuir a reducir la retención de líquidos y a prevenir las inflamaciones en las vías urinarias.
- A nivel digestivo pueden también contribuir a mejorar la absorción de los alimentos y, por su alto contenido en fibra, suponen un buen aliado natural para combatir el estreñimiento.
- Y por su aporte de zinc y calcio las semillas de sésamo ayudan a fortalecer los huesos, las uñas y el cabello, y se indica también como apoyo natural para prevenir la osteoporosis.
- Por vía externa, el aceite de sésamo muestra una notable acción antiinflamatoria y cicatrizante y se recomienda sobre picaduras de insectos, dermatitis y quemaduras leves.
- También por vía externa, este aceite se aplica en masaje para aliviar los dolores musculares y reumáticos.
Precauciones de consumo con el sésamo
La toma de sésamo, en dosis o cantidades razonables, no presenta riesgo alguno, pero hay algunas precauciones que deben observarse, ya que puede causar ciertos efectos adversos en algunas personas o situaciones específicas. como es el caso de:
- No se aconseja la toma de aceite de sésamo en el embarazo, el periodo de lactancia y en la primera infancia, hasta los seis años. El sésamo puede ser una buena fuente de calcio y otros nutrientes durante el embarazo y la lactancia, pero algunas mujeres pueden desarrollar sensibilidades o alergias durante estos períodos. Por ello, lo mejos es consultar con tu médico antes de consumir sésamo en grandes cantidades durante el embarazo, sobre todo si tienes antecedentes de alergias alimentarias.
- Tampoco se recomienda tomar semillas o aceite de sésamo en caso de padecer de varices o venas varicosas.
- El sésamo, sobre todo las semillas enteras, es muy rico en fibra, lo que en exceso puede causar malestar digestivo, como hinchazón, gases o diarrea. Por tanto, por su efecto laxante, se debe evitar en episodios de diarrea, o si se es propenso a padecerlas.
- A personas con problemas intestinales, síndrome de colon irritable, presencia de divertículos, se recomienda tomar las semillas de sésamo molidas y con abundante agua para se que active el mucílago y facilitar la digestión de la fibra.
- El sésamo es uno de los alérgenos alimentarios más comunes. Las personas con alergia al sésamo pueden experimentar reacciones desde leves hasta graves, incluyendo anafilaxia. Entre sus síntomas están las reacciones cutáneas (urticaria, hinchazón), problemas respiratorios (dificultad para respirar, tos, sibilancias), dolor abdominal, vómitos o, en casos graves, anafilaxia. Si tienes antecedentes de alergias alimentarias o sospechas que podrías ser alérgico, evita el consumo de productos con sésamo y consulta a un médico para realizar pruebas alérgicas específicas. Lee cuidadosamente las etiquetas de los alimentos, ya que el sésamo puede estar presente como ingrediente oculto en muchos productos.
- Reacciones cruzadas en personas alérgicas a otras semillas o frutos secos: el sésamo debe ser evitado en caso de presentar intolerancia o alergias a frutos secos o semillas (como las de girasol), ya que algunas personas pueden desarrollar reacciones cruzadas con el sésamo, debido a las similitudes entre los alérgenos presentes en estos alimentos.
- Interacción con medicamentos anticoagulantes: el sésamo es rico en vitamina K, que interviene en la coagulación sanguínea. El consumo excesivo de sésamo podría interferir con medicamentos anticoagulantes como la warfarina, utilizados para prevenir coágulos de sangre, por lo que si los estás tomando, es recomendable que consultes con tu médico antes de incluir grandes cantidades de sésamo en tu dieta, ya que podría alterar la efectividad del tratamiento.
- Moderación en personas con problemas metabólicos: aunque el sésamo tiene grasas saludables, como todo alimento graso, debe ser consumido con moderación por personas que necesiten controlar su ingesta de grasas, como aquellas con problemas metabólicos o colesterol alto.
- Ten en cuenta su contenido calórico: las semillas de sésamo y productos derivados, como el tahini o el aceite de sésamo, son alimentos densos en calorías debido a su alto contenido en grasas (aunque sean grasas saludables). Así que si estás controlando tu ingesta calórica para mantener o perder peso, es recomendable consumir sésamo con moderación. Aunque es un alimento nutritivo, sus calorías pueden acumularse rápidamente si se consumen en grandes cantidades.
- Oxalatos y riesgo de cálculos renales: el sésamo contiene oxalatos, compuestos que pueden contribuir a la formación de cálculos renales en personas susceptibles. Si tienes antecedentes de cálculos renales o problemas relacionados con el oxalato, consulta con un profesional de la salud antes de consumir sésamo de forma regular o en grandes cantidades.
- Posible interferencia con la absorción de ciertos nutrientes: el sésamo es rico en fitatos, compuestos que pueden interferir con la absorción de algunos minerales como el hierro y el zinc. Para minimizar este efecto, puedes tostar o remojar las semillas de sésamo antes de consumirlas, lo que ayuda a reducir el contenido de fitatos. Además, asegúrate de que tu dieta sea variada y rica en nutrientes para evitar deficiencias.