Frecuentes por doquier, las ubicuas malvas han sido aprovechadas por el hombre desde antiguo, al proporcionar remedios herbarios que alivian afecciones respiratorias, alergias, picaduras de insectos y trastornos digestivos.
Contar en el botiquín casero con una pequeña provisión, a renovar cada cierto tiempo, de malva seca, es una excelente idea para poder afrontar con remedios plenamente naturales algunas afecciones corrientes, que en algún momento acaban por afectar a algún miembro de la familia.
Para aprovechar sus propiedades, una vez cosechada la malva, la debes dejar a secar en un espacio fresco y seco, alejado de la luz directa del sol, y mantenerla en tal estado hasta que esté completamente libre de humedad.
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La malva atesora múltiples beneficios, entre los que destaca sus virtudes antiinflamatorias, demulcentes, mucolíticas, antitusivas, laxantes, antiespasmódicas, oftálmicas y ligeramente diuréticas. Por todo lo cual te la recomendamos para los siguientes problemas de salud:
En resfriados con mucha tos y congestión, en procesos gripales. En caso de darse fiebre, mejor asociarla a plantas febrífugas como la ulmaria o el sauce blanco.
Amigdalitis, faringitis, laringitis y bronquitis, con accesos de tos irritativa y congestión. Ablanda la tos, calma la irritación de las mucosas del aparato respiratorio, y ayuda a recobrar el bienestar.
Combate las alergias respiratorias y su sintomatología, como tos, lagrimeo frecuente, mucosidad abundante, estornudos explosivos, o inflamación ocular.
Es un apoyo natural para dar alivio en caso de procesos asmáticos leves.
Contribuye a regularizar las funciones del sistema digestivo.
Tiene un ligero efecto laxante, apto para mediar en episodios de estreñimiento puntual.
Es también eficaz en caso de inflamación gástrica o gastritis, y para tratar alergias e intoxicaciones alimentarias.
Se le atribuye un ligero efecto hipoglucemiante, como apoyo para diabéticos.
Ayuda a combatir la retención de líquidos, y se ha indicado como apoyo para perder peso y eliminar toxinas por la orina.
En combinación con otras plantas de efectos diuréticos y antisépticos, está indicada igualmente para aliviar la cistitis y otras infecciones del tracto urinario.
Por vía tópica se aprovecha su potente acción antiinflamatoria y demulcente para aliviar picaduras de insectos y abscesos, asi como para restaurar las pieles dañadas por forúnculos, heridas leves y llagas.
Se aplica sobre encías inflamadas, para rebajar la inflamación de la lengua o glositis, y en inflamaciones aftosas en el labio, o en las mucosas del interior de la boca y la garganta.
Es un excelente antiinflamatorio natural muy eficaz en caso de conjuntivitis aguda, y en la inflamación del entorno de los ojos y los párpados, o blefaritis.
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Precauciones con la malva
No se le conocen efectos indeseados ni interacciones con otras plantas o medicamentos. En todo caso, por prudencia elemental, y dada la presencia de taninos, se recomienda no abusar de las dosis, para evitar un posible efecto irritante sobre las mucosas gástricas. Es una planta apta durante el embarazo y la lactancia, en dosis moderadas, e igualmente se puede administrar a niños y ancianos bajo esta misma consideración.