Cómo se aplica la mostaza, usos en la cocina y precauciones
Por: Jordi Cebrián
Periodista especializado en plantas medicinales
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Como curas terapéuticas, las semillas de mostaza se aplican en forma de harina, para baños o en cataplasmas, y en forma de aceite esencial y de aceite vegetal obtenido de sus semillas por presión en frío. En concreto, los baños de harina de mostaza (la harina dispuesta en un saquito de tela y sumergida en el agua) se emplean para combatir el dolor motor.
Fórmulas herbarias con mostaza
Te brindamos dos fórmulas que incluyen mostaza y que puedes prepararte tú mismo, o mejor aún pedir que te elaboren en tu herbolario de confianza:
Cataplasma de mostaza para la gripe
Esta preparación sirve para combatir la congestión pulmonar y tiene un efecto antiséptico y antimicrobiano.
Dos cucharadas de harina de mostaza y una de linaza (harina de semillas de lino).
Se mezclan bien las dos harinas en agua muy caliente hasta formar una pasta viscosa. Se extiende la masa sobre una tela y se envuelve bien.
Se aplica la cataplasma sobre el pecho de la persona griposa, nunca más allá de los 15 minutos reglamentarios, para permitir que actúen sus efectos reparadores, pero sin llegar a irritar la piel. Repetir cada día antes de acostarnos. Recuerda, como máximo, dos aplicaciones diarias. Luego puedes masajear el área con aceite de rosa mosqueta.
Loción antirreumática
Con esta loción de aplicación tópica elaborada con mostaza puedes aliviar los dolores de tipo reumático.
Aceites vegetal de mostaza, hipérico y pino silvestre (2 gramos), extracto fluido de árnica y de jengibre (2 g), aceite esencial de mostaza, canela y de romero (5 g).
Mezclar en un bol todos los ingredientes, mantener en reposo unas horas. Depositar en un frasco translúcido. Evitar que esté al alcance de los niños.
Como loción, en masaje o friegas suaves sobre la zona dolorida, como alivio en reumatismos, contracturas musculares, esguinces, torceduras, migrañas, lumbalgias, etcétera.
Usos de la mostaza en la cocina
La mostaza es un condimento de cocina indispensable, como es bien sabido. La encontramos en forma de salsas con multitud de colores, texturas, aromas y sabores. Su sabor es también variado y va del muy picante, al dulce e intenso, pasando por el muy o poco especiado y el muy o poco avinagrado.
Se preparan de muy diversas maneras, dando lugar a distintos tipos de salsas de mostaza según su elaboración. Destacan las mostazas francesas, con nombres tan elocuentes como mostaza Dijon (con vino blanco o vinagre de alcohol, es la más picante), de Orleans (con vinagre suave), de Burdeos (con mosto de uva), y de Meaux (con una variedad de semillas de mostaza), la mostaza tradicional inglesa o Colman’s (elaborada con mostaza blanca y especias como la cúrcuma, picante, usada sobre el roast beef), la mostaza americana (descendiente de la anterior, de color amarillo, más dulce y suave), la mostaza marrón picante (de textura muy espesa), la mostaza bávara (típica de Alemania, de color amarillo claro, usada sobre las salchichas), mostazas aromatizadas con finas hierbas, etcétera.
La salsa de mostaza se emplea para aderezar ensaladas, sobre guisos de carne o de pescado, sobre verduras como el brócoli y sobre legumbres. Algunos ejemplos de platos aderezados con mostaza son:
Precauciones del uso de la mostaza con fines terapéuticos
Las semillas de mostaza como remedio medicinal deben restringirse a usos tópicos. Las advertencias en el uso medicinal de la mostaza deben ser tenidas bien en cuenta, así como sus dosis o cantidades. Estas son sus contraindicaciones y las precauciones a tomar para evitar riesgos para la salud:
Creado: 30 de diciembre de 2021