Melisa, sedante, digestiva… y mucho más
La melisa es una planta aromática medicinal con un agradable sabor y propiedades sedantes, digestivas, expectorantes, antivirales y cicatrizantes, entre otras. Conoce todos sus beneficios para la salud.

Cómo tomar la melisa

Cómo tomar la melisa

En infusión es una de las maneras más habituales de disfrutar los beneficios de la melisa

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

No sólo los beneficios de la melisa son numerosos, también sus formas de aplicación o de tomarla para aprovechar sus ventajas. Aquí te presentamos las más habituales y las dosis adecuadas para tomar la melisa son:

  •  En infusión, es la forma más usual. La puedes tomar sola, o bien asociada a otras hierbas que complementen o refuercen su acción. La dosis básica es de 5 g de planta seca por cada taza de agua. Echas el agua caliente sobre la hierba, depositada previamente en una tetera o cazo, y se deja en reposo 8-10 minutos.
  • En tintura –la planta macerada en alcohol-, unas 40-50 gotas al día, en tres dosis, mejor disueltas en agua o zumo de naranja.
  • En extracto líquido –adquirible en herbolarios–, dosis de 30 a 50 gotas en tres tomas diarias.
  • En comprimidos y extractos secos nebulizados, en dosis personalizadas.
  • El jugo de la planta fresca, licuada o prensada, y mezclada, si se quiere, con zumo de frutas o con té verde.
  • Agua de melisa.

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La melisa también se puede aplicar por vía externa:

  • La infusión aplicada en baños calientes para aliviar problemas menstruales, migrañas y dolores musculares.
  • En compresas de la planta fresca, recién recolectada, aplicada sobre la piel en heridas y llagas, o sobre picaduras de insectos e infecciones por herpes.
  • Las compresas tibias sobre mastitis o inflamación de las glándulas mamarias. Es un remedio tradicional.
  • Y el jugo de la planta fresca se usa aplicándolo con un porroncito o con un paño sobre las picaduras de insectos.     

Fórmulas herbarias con melisa

En tu herbolario de confianza te pueden asesorar sobre las fórmulas mixtas con melisa más adecuadas para el problema de salud que les plantees. Recuerda que no se deben mezclar las hierbas al azar, sino que es preferible buscar un equilibrio en la formulación y elegir las más adecuadas para cada caso. A continuación te ofrecemos cuatro fórmulas herbarias de eficacia:

Para la hipertensión de origen nerviosa

Ingredientes:

Melisa, hojas de espino albar, hojas de olivo y raíz de valeriana.

Preparación:

5 g por planta para cada vaso de agua. Hervir 2 minutos, dejar en reposo 10 más y colar. Se pueden añadir flores de naranjo amargo para mejorar el sabor.

Dosis:

Dos tazas al día.

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Para casos de ansiedad leve

Ingredientes:

Melisa, pasiflora, espino albar, y anís estrellado como corrector organoléptico.

Preparación:

Dos cucharadas soperas de la mezcla por ½ litro de agua. Hervir 1 minuto, reposar 10 y colar.

Dosis:

Beber durante el día.

Para aliviar los gases, flatulencias o el mal sabor de boca

Ingredientes:

Melisa, alcaravea, regaliz, hinojo y anís verde.

Preparación:

Una cucharada sopera rasa de la mezcla por taza de agua. Hervir 1-2 minutos, dejar que repose 10 minutos y filtrar.

Dosis:

Una taza después de las comidas principales.

Para calmar las migrañas

Ingredientes:

Melisa, betónica, ginkgo, tilo y anís estrellado.

Preparación:

Una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua. Echar agua caliente sobre las hierbas en una tetera,  dejar reposar 10 minutos y colar.

Dosis:

Dos o tres tazas al día mientras dure la crisis migrañosa.

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Agua del Carmen

Este brebaje era ciertamente muy apreciado en tiempos pasados. Ya la conocían y la apreciaban los monjes carmelitas en el siglo XVII. Muchas personas, sobre todo mujeres de una cierta edad, lo consumían como una especie de panacea para remediar un amplio abanico de dolencias comunes, en especial estados nerviosos, de abatimiento, de tristeza o de melancolía, palpitaciones, taquicardias, etcétera. Pero por su contenido en alcohol, en muchas ocasiones su toma regular acaba resultando más que contraproducente.

El agua del Carmen contiene extracto de melisa y una cantidad pequeña de su esencia, así como otras hierbas medicinales, según las preferencias, como es el caso de la manzanilla, el hisopo, el cilantro y, a veces, un estimulante como la nuez moscada. Contiene, además, excipientes como la sacarosa, agua purificada y etanol (alcohol).

Se suele tomar mezclada con una infusión, en dosis de unas dos-tres cucharadas, o bien directamente una cucharada de agua del Carmen a secas, o bien unas gotas vertidas sobre un terrón de azúcar. No se deben tomar más de tres dosis al día, por periodos cortos, o de forma puntual. Y es que cuando se sobrepasan las dosis pueden aparecer casos de adicción y, de hecho, antiguamente se daban muchos. Hoy día el consumo de este licor está bastante desfasado. 

Creado: 11 de diciembre de 2014

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