Se puede afirmar que la alholva es segura y que su toma regular presenta un margen de riesgo muy reducido, cuando se hace en dosis alimentarias. Por regla general, en dosis terapéuticas, que son superiores o más concentradas (extractos) también lo es, pero es preciso destacar algunas excepciones o al menos nombrar aquellos casos en los que es recomendable extremar las medidas de prudencia en el uso y consumo de fenogreco:
- Durante el embarazo, por la presencia de cumarinas y alcaloides, el fenogreco en dosis terapéuticas, incluso si estas son mínimas, debe ser evitado, para evitar posibles malformaciones en el feto.
- No es prudente tampoco administrar fenogreco a niños menores de dos años, en ninguna de sus formas.
- Las madres lactantes deben consultar antes al médico especialista antes de tomar fenogreco, en té o en extractos, ya que los principios amargos que contiene podrían alterar ligeramente el sabor de la leche materna, a pesar de que estamos ante una planta galactógena, capaz de estimular la producción de leche materna y ayudar a los bebés a ganar más peso.
- Algunas personas muestran reacciones alérgicas hacia muchas de las plantas de la familia de las leguminosas.
- Puede mostrar interacciones indeseadas con algunas medicaciones. El fenogreco podría tener un moderado efecto anticoagulante de la sangre, y por ello podría llegar a acelerar el sangrado o la aparición de hematomas si se compatibiliza con la toma de algunos fármacos anticoagulantes y antiplaquetarios como la warfarina, pero también con antiinflamatorios de síntesis como el ibuprofeno, el diclofenaco (voltaren), e incluso la vulgar aspirina, entre otros. En tales casos, es preciso consultar con el médico y ajustar las dosis.