Cola de caballo, el remedio para todo
La cola de caballo no suele faltar en ningún herbolario por la variedad de remedios que ofrece para la salud, revelándose como un excelente diurético y remineralizante natural, aunque debe ser usado con precaución.

Precauciones de uso con la cola de caballo

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Como ocurre con los medicamentos, la toma de remedios herbarios no se debe hacer a la ligera y cabe estar bien informados de sus posibles efectos secundarios y contraindicaciones. La cola de caballo no es una planta en absoluto inocua. Debes informarte bien en tu herbolario de confianza y determinar en qué casos puede consumirse y en qué casos no, y establecer las dosificaciones que ofrezcan las mayores garantías de seguridad.

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La cola de caballo contiene alcaloides activos, como la espermidina y la palustrina y otros principios tóxicos como el ácido acónito y la tiaminasa, una enzima, conocida también como antivitamina, presente también en muchos alimentos, que presenta la particularidad de destruir la vitamina B1. No olvides que la ingesta de esta vitamina es esencial, ya que participa en la metabolización de los hidratos de carbono, a través de los cuales obtenemos energía. El déficit de esta vitamina puede provocar debilidad general, debilidad muscular, confusión metal, anorexia, etcétera. No obstante la tiaminasa pierde parte de su potencial destructivo con el calor.

Los expertos nos confirman que la cola de caballo común Equisetum arvense es más segura que otras especies de cola de caballo afines, como Equisetum palustre, que tienen mayor contenido en alcaloides como la palustrina y son potencialmente más peligrosas a nivel hepático y neuronal.

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Cola de caballo

Otro inconveniente de la cola de caballo es su alto valor en taninos, lo que puede provocar irritación gástrica en personas especialmente sensible a ello.

Por todo ello, se desaconseja tomar cola de caballo por vía oral en:

  • Durante el embarazo y el periodo de lactancia.
  • No debes administrarla por vía oral a bebés y a niños menores de 3 años por contener alcaloides activos.
  • En caso de padecer de episodios recurrentes de gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del colon irritable, propensión a las alergias alimentarias.
  • En caso de existir bajos niveles de tiamina o vitamina B1, porque la cola de caballo lo puede empeorar.
  • Si eres diabético, la cola de caballo puede interferir en la absorción de azúcar. Debes consultar con tu médico de confianza para evitar todo riesgo.
  • Si se tienen bajos niveles de potasio –hipopotasemia–, ya que la cola de caballo puede contribuir a la rápida eliminación de potasio del organismo.
  • Y en general se recomienda no exceder la dosis y seguir tratamientos de duración moderada, cuando se toma por vía oral. Un consumo prolongado o un sobreconsumo de cola de caballo puede generar trastornos nerviosos, como palpitaciones, cefaleas, dolores ventrales, cólicos, etcétera.

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Por otro lado, la toma de cola de caballo puede interferir en la actividad de determinados medicamentos, como antidepresivos, fármacos para la diabetes, diuréticos para el tratamiento de edemas y de la retención de líquidos, etcétera. No dudes de asesorarte si te encuentras en alguno de estos casos.

Creado: 13 de julio de 2016

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