Propiedades del poleo
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Como otras muchas plantas medicinales, las propiedades del poleo pueden aplicarse tanto para uso externo como para uso interno.
En lo que al uso interno se refiere, el poleo es conocido principalmente por sus propiedades beneficiosas para el aparato digestivo. Entre dichas propiedades destacan las siguientes:
Por alto contenido en mentol, también se emplea en afecciones relacionadas con el aparato respiratorio. Por ejemplo, aumenta la capacidad de sudoración, por lo que en casos de gripe y del resfriado es bastante beneficioso, puesto que ayuda a bajar la fiebre que suele venir asociada a estos procesos. Al mismo tiempo, sirve para combatir el dolor por su contenido de salicílico, principio básico de la aspirina.
De igual forma, se trata de un expectorante que ayuda a disolver las mucosidades de los bronquios y facilita su expulsión. Por lo que es aconsejable su uso en el caso de bronquitis.
Sus propiedades anticoagulantes hacen que el poleo sea útil para combatir el mal de altura, debido a su capacidad para mejorar la circulación sanguínea. Precisamente, este hecho hace que se utilice también en casos de menstruaciones difíciles
Posee propiedades calmantes y ha dado resultados satisfactorios en el tratamiento de dolores de articulaciones producidos por enfermedades de carácter reumático, como la artritis reumatoide.
Uso externo del poleo
Quizá menos conocido pero no por ello menos eficaz. El poleo tiene propiedades astringentes y antibacterianas, por lo que aplicado sobre la piel se convierte en un remedio adecuado para las siguientes afecciones: picacuras de insectos, picores, heridas, infecciones vaginales o de la vulva, eccemas y hemorroides.
Creado: 7 de febrero de 2011