Saw palmetto, un remedio tradicional para la próstata
El saw palmetto o sabal, una palmera enana norteamericana, se presenta como una posible solución natural para aliviar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata o frenar la alopecia. Veamos qué dice la ciencia sobre ello.

Qué es el sabal o saw palmetto

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 28 de octubre de 2022

El sabal es una palmera de pequeñas dimensiones, muy común en el sur de la costa este de los Estados Unidos. Los pueblos nativos de la zona la han venido utilizando desde hace siglos no sólo como alimento –cosechaban sus dátiles y los acumulaban en despensas para procurarse reservas de víveres para el invierno–, también como fuente de recursos para la confección de tejidos y la construcción de chozas y graneros. No fue sino hasta los años 20 del siglo pasado que el saw palmetto, como también se le conoce, entró como elemento terapéutico en la farmacopea europea.

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Frutos del saw palmetto

El saw palmetto es presentado en el marco de la medicina natural y la fitoterapia –en especial desde la órbita anglosajona–, como uno de los grandes recursos herbarios para el tratamiento de los problemas de próstata en el varón, como lo demuestra la abundante bibliografía que se puede consultar en libros y en internet, no obstante no es un supuesto que cuente con consenso científico, como veremos posteriormente. Sí que perduran en cambio algunos de los usos tradicionales que se le atribuyen y que analizaremos a continuación y que se asemejan a los que se dan con ésta y otras especies afines de palmas en México y Guatemala por parte de las poblaciones nativas.

Cómo es y dónde se encuentra el saw palmetto

Ilustración de saw palmetto
El saw palmetto crece sobre suelos arenosos del litoral, en claros de pinedas, formando a veces densos e impenetrables matorrales. Además de en Florida, se encuentra también en el este de México, en islas del Caribe y en algunos sectores litorales de Centroamérica. Es una palma pequeña, de no más de 5 o 6 metros de alto, por lo común bastante más baja. Tiene las hojas palmeadas, rígidas y agudas, de un tono verde amarillento, flores de color blanco hueso, agrupadas en panículas anchas y frutos verdes, en forma de aceituna, que se tornan negras al madurar. Estos frutos o dátiles son comestibles.

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Las costas de la península de Florida, en los Estados Unidos, gozan de un clima subtropical, que hace las delicias de un buen número de habitantes de otras partes del país, que acuden en masa a esos parajes para huir del crudo invierno que suele imperar en sus lugares de origen. También la flora y la fauna de la zona presenta algunos rasgos propios de los ambientes tropicales y subtropicales del planeta, como es el caso de la existencia de una decena larga de especies de palmeras autóctonas, algunas de ellas exclusivas de la península. Una de ellas es la palmera enana conocida como sabal o saw palmeto en inglés Serenoa repens (Sabal serrulata), probablemente la palmera autóctona más abundante en la región.

Principios activos del saw palmetto

Son los frutos o dátiles del sabal su principal parte medicinal y la que ha merecido la atención de la comunidad científica. Los componentes bioquímicos que definen su actividad terapéutica han sido analizados en diferentes estudios clínicos a fin de valorar su posible eficacia, con resultados a veces contradictorios.

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Los principios activos del saw palmetto que definen su acción terapéutica quedan enumerados a continuación:

  • Aceite esencial, en cantidades pequeñas.
  • Fitoesteroles (Beta-sitosterol, campesterol, estigmasterol), que actúan en conjunción con los ácidos grasos.
  • Ácidos grasos insaturados (ácidos caprílico, caproico, laúrico, oléico y mirístico), que suponen un 11% del peso en seco de la planta.
  • Flavonoides como la rutina, la isoquercitrina o el kaempferol, con actividad antiinflamatoria y antioxidante.
  • Polisacáridos, básicamente azúcares, como la galactosa –hasta un 35% del total en carbohidratos–, la arabinosa, el ácido urónico y el manitol, entre otros.
  • Caroteno y otros pigmentos en la piel del fruto.
  • Taninos, con actividad astringente.
  • Resinas.

Creado: 5 de marzo de 2019

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