Qué es la mejorana: dónde se encuentra y principios activos

De entre las plantas aromáticas y condimentarias mejor valoradas hay una que brilla con luz propia: la mejorana o mayorana. Pariente próxima del orégano, es un ingrediente esencial del bouquet garní, una mezcla de plantas para condimentar diversos platos de la mejor cocina francesa. Se ha sembrado tradicionalmente en huertos y jardines por su poderosa fragancia, y junto a sus posibilidades culinarias, la mejorana nos brinda todo su apoyo como planta medicinal para aliviar problemas digestivos y musculoesqueléticos.

Cómo es y dónde se encuentra la mejorana

La mejorana Origanum majorana L. es una planta anual, bienal, o incluso perenne, de no más de tres palmos de alto, muy ramificada, con las hojas opuestas, pequeñas, de forma oval, recubiertas de vellosidad, y con las flores agrupadas en glomérulos densos y redondeados. La corola es de color blanco, rosado oscuro o púrpura, y el cáliz aparece partido en dos dientes. Tanto las hojas como las flores desprenden un aroma penetrante, alcanforado, más intenso que el orégano.

Se planta en huertos, sembrados y jardines, y también en patios y terrazas, como una valiosa provisión para la cocina y el botiquín. Florece en primavera o a principios del verano, y es muy resistente tanto a las bajas temperaturas, como a los periodos de sequía y de calor intenso. Se considera originaria de Oriente Medio y Persia, desde donde fue introducida en Europa y, muy posteriormente, en América. Raramente se puede hallar asilvestrada o con un crecimiento espontáneo.

Principios activos de la mejorana

La mejorana, como el orégano, la menta, la salvia y la mayor parte de plantas de la familia de las labiadas, destaca por su alto contenido en aceite esencial, que es uno de los componentes bioquímicos que le confieren buena parte de sus atributos medicinales. A tal efecto, nos valemos de los ramilletes floridos, que se deben cosechar al principio de la floración. Los principales principios activos de la mejorana quedan enumerados a continuación:

• Aceite esencial, con carvacrol, citronelol, terpineol, limoneno, geraniol, timol y otros componentes, hasta un 3% de su peso en seco, que le confieren un efecto antiespasmódico, digestivo y carminativo.
• Compuestos fenólicos como los ácidos clorogénico, cafeico, cumarínico, vainíllico y rosmarínico, entre otros.
• Abundantes flavonoides con trazas variables de luteolol, hesperetina, kaempferol, diosmetina y otros compuestos, con efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
• Glicósidos y polifenoles y sus derivados como la hidroquinona, la arbutina, la metil-arbutina, la vitexina y otros, con efectos antisépticos, bactericidas y diuréticos.
• Ácido ursólico, carnosol.