Recetas de infusiones frías de verano para preparar en casa
Por: Jordi Cebrián
Periodista especializado en plantas medicinales
Actualizado: 13 de noviembre de 2022
Las infusiones frías son ideales para incorporarlas a tu dieta de verano, ya que, al tiempo que rehidratan, transfieren al organismo los principios activos y los nutrientes de las plantas que integran. En este tipo de bebidas las hierbas medicinales se prestan a una gustosa combinación con frutas jugosas y tropicales, muy apetecibles en esta época del año, y aunque se pueden tomar en cualquier momento del día, apetecerán más a media mañana o a media tarde, cuando el calor se perciba con mayor intensidad. Las infusiones con teína –un excitante–, son sin embargo más recomendables para el desayuno, o tras la comida.
Te ofrecemos siete recetas de infusiones frías que puedes preparar en tu propia casa para disfrutar este verano o en cualquier otra época del año:
Infusión de té verde y frutos del bosque
Esta refrescante infusión combina el té verde con frutas y una especia, y es ideal para aquellos que no son muy amantes de los sabores dulces.
Té verde, cúrcuma, frambuesas y arándanos frescos, en cantidades de 20 g de cada, menos la cúrcuma, de la que bastan 5 g por medio litro de agua.
Se calienta el agua hasta que arranca a hervir, se vierte sobre la hierba depositada en una tetera o cazo y se mantiene en reposo, tapado, 10 minutos más, tras lo cual se filtra bien. Se deja enfriar la infusión y se guarda en la nevera durante toda la noche.
Fría, recién sacada de la nevera, o se le añade un cubito de hielo y se puede decorar con hojas de menta. Tiene un sabor entre agridulce y amargo y resulta muy refrescante.
Infusión refrescante de hibisco y mandarina
Una combinación muy apropiada para combatir el calor, que además tiene como aliciente la vitamina C aportada por los cítricos.
Flores de hibisco, rizoma de jengibre en polvos, manzanilla y una mandarina, más un vasito de zumo de limón.
Se puede elaborar en frío, sumergiendo 15 g de cada hierba y la mandarina desgajada en medio litro de agua fría. Se mantiene en la nevera tres o cuatro horas, tras lo cual se filtra y se le agrega el zumo de limón. Se decora con hojas de menta o estevia y un par de gajos de mandarina, si se quiere.
Fría o muy fría, sacada de la nevera, o mantenida un rato en el congelador. Resultará especialmente apetecible a media tarde o tras un esfuerzo físico. Tiene un sabor intenso, con el requerido matiz alimonado.
Tomar durante el día, frío de nevera, y se le puede añadir hielo.
Infusión relajante con verbena y amapola
Esta receta, que influye flores junto a las hierbas y el zumo de limón, tiene un agradable sabor y propiedades relajantes.
Verbena fresca, melisa, pétalos de amapola, flor de azahar, más zumo de limón.
Se escalda el agua y se vierte sobre las plantas, mezcladas y depositadas en una tetera. Necesitaremos 5 gramos por planta seca y 10 de planta fresca (verbena). Se deja reposar un cuarto de hora y, una vez fría, se cuela y se añade el zumo de tres limones exprimidos. Se guarda en la nevera toda la noche.
Para beber durante el día, fría de nevera. Tiene un sabor grato, con el acento cítrico del limón, y el color oscuro que le confiere la flor de amapola.
Infusión digestiva y refrescante con calamento y menta
Calamento, menta, ajedrea y hierbaluisa.
Necesitamos 5 g de cada planta, que mezclamos a fondo. Escaldamos el agua, la vertemos sobre la hierba previamente depositada en una tetera o cazo, y dejamos que repose tapado unos 10 minutos. Colamos. Una vez pierde el calor, la dejamos en la nevera para que se enfríe. Se le puede añadir zumo de limón al gusto.
Para beber durante el día, bien fría.
Infusión digestiva y carminativa con hinojo y hierbaluisa
Esta fórmula también favorece los procesos digestivos y la expulsión de los molestos gases, y debes tomarla después de las comidas.
Hinojo, alcaravea, hierbaluisa, poleo blanco, malva, anís verde, corteza de naranja.
20 g por planta. Mezclamos las plantas a fondo sobre una superficie plana, y separamos 5 g por vaso de agua. Depositamos la hierba en una tetera, vertemos el agua recién escaldada y dejamos que repose, unos 10 minutos, tapado. Colamos.
Tres vasos al día, tras las comidas.
Infusión refrescante de anís y poleo blanco
Esta deliciosa infusión fría está indicada para todas las edades; no dejes de probarla y comprobar su poder refrescante.
Anís verde, poleo blanco, manzanilla y alcaravea.
Mezclamos las plantas y separamos una cucharada de postre de la mezcla a partes iguales por vaso de agua. Depositamos la hierba en una tetera y vertemos sobre ella el agua recién hervida. Tapamos y dejamos en infusión 10 minutos más.
Uno o dos vasos al día, es una infusión apta para todas las edades.
Tisana aperitiva y antiácida con poleo blanco y melisa
Poleo blanco, melisa, té de roca, regaliz, anís estrellado.
20 g por planta. Hervimos tres minutos la raíz de regaliz, le agregamos los ramilletes de té de roca, y cuando arranca a hervir incorporamos el resto de plantas. Lo mantenemos en reposo, tapado, 10 minutos, y colamos. La puedes conservar en la nevera.
Para beber durante el día, fría, sin necesidad de agregar azúcar.
Creado: 7 de agosto de 2020
