Uso de la artemisa annua frente al COVID-19
Por: Jordi Cebrián
Periodista especializado en plantas medicinales
Actualizado: 5 de mayo de 2023
Tras estallar la pandemia del COVID-19 se han iniciado en todo el mundo incontables estudios, tesis y exploraciones clínicas para tratar de hallar una medicación eficaz que consiga frenar la acción de este nuevo coronavirus o una vacuna que detenga su propagación. Mientras, también han surgido propuestas desde el ámbito de la medicina natural, y una de ellas se centra en la artemisa annua, ya que debido a su acción contra el parásito de la malaria hay quien sostiene que puede desarrollar un efecto similar en el caso del SARS-CoV2.
Así, mientras en Madagascar las autoridades sanitarias la presentan como la solución ideal para acabar con el virus, y al ser una medida barata y accesible convence a su vez a las autoridades de muchos otros países de la región, en Occidente no faltan los especialistas de credibilidad más o menos cuestionable que alaban sus propiedades y aseguran que la planta es el gran recurso natural para detener el impacto del virus. Otros, por el contrario, como desde el Instituto de Salud Global de Barcelona, ven su uso peligroso para este fin en ciertas regiones de África, ya que podría ayudar a generar resistencia a los antipalúdicos.
Por su parte, la propia OMS ha reconocido que plantas como la artemisa “están siendo consideradas como posibles tratamientos para la COVID-19”, sin embargo ha subrayado que antes “deben ser sometidas a pruebas para analizar su eficacia y sus efectos secundarios adversos”.
Al mismo tiempo científicos de diferentes equipos, alemanes y norteamericanos, bajo el auspicio del Instituto Max Plank de Alemania, están valorando las posibilidades de la artemisa annua en la lucha contra el COVID-19 con el desarrollo de ensayos clínicos, en colaboración con la Universidad de Kentucky.
Según el instituto alemán los extractos alcohólicos de artemisa constituyeron un potente remedio herbal contra el coronavirus que causó la epidemia del síndrome agudo respiratorio severo (SARS) de 2002-2004, según el estudio publicado en Science Direct en 2005, y como ambos virus son muy similares y los extractos de la planta son muy poco tóxicos, estos investigadores han considerado oportuno estudiar sus potencialidades para combatir el SARS-CoV-2. Sin embargo, aún es pronto para conocer el alcance y fiabilidad de estos estudios y de momento los resultados no se pueden considerar concluyentes.
Creado: 16 de octubre de 2020