Quimioterapia, ¿cómo afrontar su impacto?
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Entre los tratamientos más habituales para combatir la enfermedad del cáncer se encuentra la quimioterapia, junto con la radioterapia, la terapia hormonal. Estas técnicas, según las necesidades de cada paciente, pueden aplicarse por separado o de forma conjunta.
La quimioterapia es un tratamiento por el cual se usa un medicamento o un conjunto de ellos para eliminar las células cancerosas en el cuerpo. Esto hace que también otras células sanas se puedan ver afectadas, produciendo efectos secundarios negativos.
Efectos negativos de la quimioterapia
Entre los efectos no deseados de la quimioterapia está la pérdida de pelo generalizada en todo el cuerpo, la fatiga, la pérdida de apetito, náuseas y vómitos, diarreas o llagas en boca y labios. Una de las consecuencias de introducir elementos extraños en el organismo es que éste reacciona de forma agresiva ante ellos, intentando eliminarlos como puede, de ahí la aparición de vómitos y diarreas. Pero el síntoma más problemático asociado a este tipo de curación es la pérdida de sensibilidad ante los olores y sabores.
Al igual que le sucede a un paciente hospitalizado, al cual le parece que toda la comida del hospital sabe igual, a los que están bajo este tratamiento la comida les huele y sabe mal. En realidad los alimentos que ingiere son los mismos de siempre, pero como tiene el estómago revuelto por los medicamentos que ha consumido le provoca un rechazo a la hora de comer. Además, cuando come se puede encontrar que rápidamente ha de ir al baño a vomitarlo, pues el estómago está irritado por las sustancias químicas y no admite bien determinadas comidas.
Este problema se ve agudizado cuando estamos ante personas que necesitan ser atendidas para comer, como es el caso de los menores y los ancianos. No es que con anterioridad al tratamiento tuviesen una dependencia tal que necesitasen ser asistidos para estas tareas, sino que con la quimioterapia y sus efectos se produce una pérdida de apetito, negándose a tomar cualquier alimento. Hay que tener en cuenta que no todos estas consecuencias negativas se van a presentar, ya que depende del tratamiento de quimioterapia administrado y de la fortaleza del organismo, pero sí pueden aparecer varios de estos inconvenientes.
¿Estos efectos son permanentes?
Es importante pensar que casi todos estos efectos secundarios suelen ser temporales, manteniéndose más o menos tiempo dependiendo de la fortaleza del organismo. Piensa que, al final, cuando se termine el tratamiento estos efectos desaparecerán.
Comprobar que se está empeorando progresivamente, cuando se debería de estar mejorando, suele ser la parte más dura del tratamiento con quimioterapia; pero hay que tener en cuenta que se está luchando contra la enfermedad y al igual que sucede cuando nos resfriamos, que encamamos y tenemos fiebre como mecanismo de curación, así también en la lucha contra el cáncer el organismo se resiente.
¿Cómo debe afrontar la quimioterapia el paciente?
El tratamiento de quimioterapia se aplica atendiendo a la edad del paciente, al tipo de cáncer, su extensión y al estado general de salud del afectado.
La duración que va de una sesión de quimioterapia a otra es el tiempo que necesita la persona para recuperarse de sus efectos. Por ello es tan importante que la persona reciba el asesoramiento necesario para realizar una reordenación de su vida, donde tenga en cuenta no sólo las sesiones de tratamiento, sino los efectos secundarios que acarrea, los cuales en muchas ocasiones limitan el desarrollo de una vida normal.
El paciente de cáncer debe de entender que la experiencia de recibir quimio no sólo va a afectarle físicamente, sino que puede cambiar totalmente su vida. De la propia persona depende aprovechar estos cambios para aprender y crecer como persona, adaptándose a ellos, o sufrir por ver cómo su vida no puede permanecer tal y como la había conocido hasta ese momento.
Se van a presentar dificultades, momentos en que hay que tomar importantes decisiones, van a surgir problemas, desilusiones y desengaños, pero también se va a experimentar el apoyo, el cariño, el respecto y el amor, la dedicación y paciencia, el compañerismo y la entrega de familia, amigos y personal sanitario. De uno mismo depende saber apreciar los matices de estas nuevas experiencias que pueden enriquecer tanto tu vida, sin por ello mantenernos ajenos a las dificultades. Un aprendizaje que a muchos le cambia, convirtiéndose en personas entregadas a exprimir cada momento, ayudando a los demás y compartiendo con otros lo bueno de la vida.
Muchos son los cambios que la persona con cáncer debe de adoptar en su nueva vida. Ya no sólo se trata de hacer un hueco en la agenda, para ir a hacerse las revisiones o para las sesiones de tratamiento, es mucho más. Se trata de crear todo un nuevo estilo de vida alrededor de la enfermedad: ahora se ha de cuidar más físicamente, va a tener que cambiar su forma de comer y beber, tendrá que trabajar para reducir la ansiedad, evitar los excesos y hacer diariamente ejercicios de mantenimiento.
Creado: 27 de enero de 2012