Qué es la apiterapia
Actualizado: 28 de febrero de 2023
Llega el buen tiempo, al menos en el hemisferio norte, y con él las ganas de pasar más tiempo fuera de casa y disfrutar del aire libre y la naturaleza, pero también están ahí los bichitos que aparecen con la primavera y que tan molestos nos resultan. Sin embargo, algunos como las abejas son fundamentales para el mantenimiento del ecosistema, y también guardan magníficos secretos para nuestra salud y bienestar.
La apiterapia es una terapia natural alternativa que consiste en el empleo de los productos de las abejas de diferentes maneras, como ingestión de jalea real o polen de abeja como suplementos, aplicación tópica de propóleo o miel, y en especial del veneno que inoculan a través de su aguijón, la apitoxina, para mejorar la salud, y aliviar el dolor y los síntomas de diversas enfermedades (hipertensión, problemas relacionados con el rtitmo cardiaco…).
A pesar de que aún faltan estudios clínicos más estructurados para comprobar todas las posibilidades que ofrece la apiterapia para los seres humanos, se trata ya de una alternativa empleada por muchas personas, e incluso en algunos países de Sudamérica está integrada dentro de su sistema nacional de salud. Así, se ha utilizado en el tratamiento de diversas afecciones, como artritis, dolor crónico, enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel y trastornos respiratorios, aunque la evidencia científica que respalda su eficacia es limitada y controvertida.
Ya eran conocidos, por ejemplo, los beneficios de la miel para mitigar los molestos efectos de los catarros invernales, pero la apiterapia es mucho más que eso. Aunque también utiliza los productos derivados del trabajo de las abejas, su producto estrella es la apitoxina, el veneno que se encuentra en el aguijón de la abeja que, aplicado en dosis muy pequeñas y localizadas bien mediante abejas vivas o mediante inyecciones controladas de veneno de abeja diluido–, puede ayudar, dicen, a mejorar el bienestar de las personas, siempre y cuando no sean alérgicas a esta sustancia. Se ha utilizado en el tratamiento de diversas afecciones, como artritis, dolor crónico, enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel y trastornos respiratorios, aunque la evidencia científica que respalda su eficacia es limitada y controvertida.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la apiterapia es una práctica alternativa y no está respaldada por evidencia científica sólida en todos los casos. Además, algunas personas pueden tener alergia a los productos de la apicultura, como el veneno de abeja, la jalea real o el polen de abeja, y pueden experimentar reacciones alérgicas graves. Por todo ello, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier forma de apiterapia.
Creado: 28 de mayo de 2014