Autoliberación miofascial
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Cualquier persona puede realizarse una sesión de liberación miofascial a sí misma, tanto en casa como en el gimnasio, una vez que haya aprendido la correcta técnica para llevarla a cabo sin poner en peligro su propia salud.
No obstante, la autoliberación miofascial sólo puede considerarse un método preventivo o de entrenamiento puesto que, en el caso de lesión o enfermedad, debe ser un profesional el que lleve a cabo todo el tratamiento.
Para poder realizar una autoliberación miofascial, es necesario adquirir un rollo largo de espuma, conocido por su nombre en inglés foam roller. Se pasará lentamente cada grupo muscular por encima del rodillo. El propio peso corporal y este movimiento largo provocará un efecto masaje y una relajación de la fascia aunque, por supuesto, siempre mucho más ligera que la realizada por un profesional mediante una técnica manual.
Algunos programas de entrenamiento incluyen pequeñas sesiones de foam roller, aunque su indicación dependerá del tipo de actividad física que se vaya a realizar y, por supuesto, de la existencia de problemas físicos añadidos. En el caso de entrenamientos musculares, se suele realizar una pequeña sesión de autoliberación miofascial antes de la sesión a modo de calentamiento, mientras que, en el caso de los atletas que practican deportes de resistencia, es más recomendable realizarla después del entrenamiento, o en un día de descanso, para ayudar a liberar las toxinas acumuladas.
Creado: 14 de abril de 2014