Beneficios y críticas de la reflexología
Actualizado: 29 de julio de 2022
Según los expertos en reflexoterapia, las repercusiones de una sesión de digitopuntura son tanto físicas como psicológicas. En el primer caso, mejora las defensas por su activación de las funciones linfáticas, favorece el metabolismo y la eliminación de toxinas, regula la digestión y potencia el equilibrio de la energía vital.
En el plano psicológico, aumenta la autoestima de la persona, ayuda a canalizar la energía negativa en positiva, regula los tiempos de vigilia y sueño, además de relajar y eliminar las tensiones acumuladas.
Resulta hasta cierto punto curioso que una terapia con cinco mil años de antigüedad sea considerada en ciertos círculos médicos y científicos como una pseudociencia. A pesar de ello, existen dos explicaciones que intentan avalar sus efectos beneficiosos sobre el organismo.
Por un lado, encontramos la explicación neurofisiológica que parte de la base de que todas las partes de nuestro cuerpo, ya sean músculos, piel, etcétera, están interconectadas. Un ejemplo de ello podría ser que en el pie hay 7.200 terminaciones nerviosas con extensas interconexiones, a través de la médula espinal, con el cerebro y con todo el cuerpo, lo que quizá explique por qué, generalmente, nos sentimos mucho mejor después de que nos traten los pies.
La segunda de estas explicaciones es la energética, la cual se sustenta en los principios de la acupuntura. Según esta teoría, el cuerpo humano es entendido como una manifestación energética. La energía circula a lo largo del cuerpo por unos canales llamados meridianos, en ellos hay una serie de puntos que se pinchan con agujas para regular la circulación de la energía corporal. Por consiguiente, si la enfermedad de un órgano ocasiona un desequilibrio energético, bastaría con actuar sobre los puntos interconectados con dicho órgano para reconducir la energía y mejorar así el estado de salud del paciente.
En definitiva, la validez de la reflexoterapia se sigue poniendo en duda y quizá la explicación a esto se encuentre en el hecho de que no hay forma empírica de demostrar que ejerciendo una determinada presión en un lugar concreto de nuestro cuerpo se puedan obtener resultados positivos a la hora de sanar, por ejemplo, un órgano enfermo. Hay médicos que también argumentan que su práctica podría poner en riesgo la salud de quienes, padeciendo alguna enfermedad potencialmente grave, prefieren someterse a un tratamiento cuya eficacia aún no está probada, reemplazando o retrasando la ayuda médica convencional; aunque los expertos en reflexoterapia recuerdan que su intención no es la de sustituir el tratamiento médico, sino complementarlo.
Creado: 28 de febrero de 2011