Cómo es el masaje lomi-lomi
Actualizado: 29 de julio de 2022
Aunque los movimientos del masaje lomi-lomi son similares en todos los centros donde se aplica, no lo es la ambientación, por lo que si se acude a distintos sitios para recibirlo, suele sorprender que no todos los terapeutas sigan las mismas pautas. En este sentido, existen profesionales que apuestan por el silencio absoluto, por enseñar al paciente a respirar y a meditar para que pueda alcanzar un estado de relajación superior y destense la musculatura. Mientras que otros terapeutas –la mayoría de ellos– tratan de respetar lo más fielmente posible las ancestrales tradiciones de Hawái y, para ello, utilizan música típica, cuya melodía servirá al profesional para marcar el ritmo de los movimientos del masaje; para completar esta evocación se suelen utilizar aromas de frutos exóticos, como el coco o la papaya.
Una vez preparada la sala y con el paciente tumbado en una camilla o en una esterilla, el profesional va trabajando, con maniobras firmes, rítmicas e intensas, cada uno de los grupos musculares. No es raro que utilice simultáneamente varias partes de los brazos para poder trabajar así dos zonas diferentes, ya que se entiende el cuerpo como un todo global que está interrelacionado.
Una parte clave en el lomi-lomi son los estiramientos musculares, uno de los movimientos más complejos debido a que cada paciente presenta un punto de resistencia diferente, y según va transcurriendo la sesión se va modificando para adaptarse a la evolución de los músculos. Es importante que el masajista vaya controlando la fuerza con la que se trabaja para evitar lesiones.
Una sesión de masaje lomi-lomi suele durar una hora aproximadamente, y su precio ronda los 50 euros, aunque es habitual que se ofrezcan sesiones más cortas en algunos centros. Sin embargo, lo ideal es que los masajes con una duración de 20-30 minutos sean sólo esporádicos o como primera toma de contacto con este tipo de terapia, pues la relajación total se consigue en las sesiones más largas.
Consejos para someterse a un masaje lomi-lomi
Cualquier persona que esté pensando en disfrutar de la experiencia sensorial y corporal que ofrece la técnica hawaiana lomi-lomi debe, en primer lugar, informarse adecuadamente para saber si es eso lo que busca y dónde puede encontrarlo con unas garantías de calidad.
La popularización de esta terapia ha hecho que en los últimos años la oferta sea enorme, pero es importante elegir a un profesional con la experiencia y los conocimientos adecuados; la técnica lomi-lomi resulta compleja y esta es la razón fundamental por la que se han de buscar profesionales con los conocimientos y la experiencia necesarios porque ponerse en manos de alquien que no domine la técnica podría llegar a empeorar la situación del paciente, e incluso provocarle lesiones musculares.
Aunque generalmente se busca el matiz relajante de este masaje, otro aspecto muy importante del lomi-lomi es la recuperación de lesiones. Antes de acudir a un centro es necesario ir al médico o a un fisioterapeuta para que informe de cómo evoluciona la lesión, y consultarle si cree conveniente reforzar la recuperación con sesiones de lomi-lomi. Para dar este tipo de masajes no es obligatoria ninguna titulación oficial, por lo que puede ser peligroso recurrir a esta técnica si el masajista no conoce bien el tratamiento de lesiones.
Por último, el lomi-lomi es perfecto para combinarlo con otro tipo de terapias relajantes, que pueden multiplicar sus efectos. Lo más habitual es entremezclar sesiones del masaje hawaiano con otras de terapia geotermal a través del masaje con piedras calientes, que ayuda a reducir el dolor crónico.
Creado: 22 de octubre de 2014