¿Cómo es una sesión de terapia regresiva?
Actualizado: 28 de julio de 2022
La terapia regresiva debe ser aplicada por un profesional, con estudios especializados en dicha técnica, aunque no es requisito que sea psicólogo o psiquiatra. Normalmente suelen realizarse una o dos sesiones semanales. La duración de la terapia va a depender de la disposición de la persona, del objetivo marcado a alcanzar, así como de la dificultad de explorar y rescatar el recuerdo bloqueado, pudiéndose extender en el tiempo según las necesidades de la persona.
La consulta se divide en tres períodos claramente diferenciados, la primera de acogida, donde se revisan los logros alcanzados en las sesiones anteriores y se establecen los objetivos de esa sesión; la segunda, la aplicación de la terapia regresiva propiamente dicha; la tercera, de recuperación y revisión de los sentimientos y pensamientos experimentados durante la terapia, así como la forma de integrarlo dentro del proceso que normalmente acompaña a la persona, ya sea clínico o de crecimiento personal.
La terapia regresiva implica inducir a la persona un estado de alteración de la conciencia, tras una relajación profunda, de forma que se libere de los miedos y tensiones, lo que le permitirá empezar su exploración. El terapeuta va a irle guiando por sus recuerdos, tratando de buscar el origen de sus dificultades, centrándose en los acontecimientos bloqueados, para ir poco a poco recuperándolos con la mayor nitidez posible sin que con ello suponga ningún percance a la persona.
La duración de las sesiones de terapia regresiva suelen depender del terapeuta que las imparte, pero lo aconsejable es que duran en torno a 90 minutos, de forma que la persona pueda asimilar sus descubrimientos antes de terminar la consulta.
El precio de la consulta de terapia regresiva oscila en función de la duración y el objetivo perseguido en la sesión, así como de la cantidad de sesiones estimadas de toda la terapia, aunque suelen oscilar entre los 40 a 150 euros por consulta.
Creado: 25 de julio de 2013