En qué consiste una sesión de reflexoterapia
Actualizado: 28 de julio de 2022
Cerrar los ojos y relajarse. Es todo lo que tenemos que poner de nuestra parte para disfrutar de una sesión de reflexoterapia. Durante la terapia, el reflexólogo, con el dedo pulgar y el índice, realiza una serie de presiones digitales, ejerce estímulos, movilizaciones y toques específicos en las zonas reflejas de la parte del cuerpo sobre la que se esté realizando la reflexoterapia, trabajando cada una de ellas durante al menos 30 segundos.
En el caso de la reflexología facial, por ejemplo, y siguiendo el mapa zonal de la cara, si actuamos sobre la zona de la nariz estaremos mejorando la actividad del páncreas. Los puntos reflejos de la frente estarían vinculados a la vejiga y el intestino delgado y para mejorar la salud de nuestro corazón y de los riñones habría que estimular la parte superior e inferior de los ojos, respectivamente.
Es importante que la terapia la realice un experto en reflexología, que conozca a la perfección las áreas y puntos exactos que debe pulsar en cada momento en función de la patología que nos afecte. Ten en cuenta que, aunque inocua, existen algunas contraindicaciones a la reflexoterapia, como es el caso de las embarazadas, personas con problemas venosos, heridas, quemaduras…
Según los expertos, los resultados positivos para nuestro organismo se pueden apreciar de manera inmediata aunque de media son necesarias tres sesiones, siempre en función del tratamiento necesitado en cada caso. La duración estimada es de 50 minutos aunque pueden llegar hasta los 90 y su precio oscila entre los 40 y los 60 euros, aproximadamente.
El mapa zonal de la cara
En la foto de la parte superior puedes observar en la equivalencia de cada zona de la cara con su aprte del cuerpo correspondiente:
- Intestino delgado
- Vejiga
- Hígado
- Corazón
- Riñón
- Vesícula
- Estómago
- Pulmón
- Intestino grueso
- Genitales
- Páncreas
Creado: 28 de febrero de 2011