Estrés, dolor de espalda, tensiones, mala circulación… todos estos males tan comunes hoy en día se pueden remediar con un buen masaje sueco, la versión más clásica y efectiva de masaje terapéutico.
Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia
Actualizado: 22 de abril de 2024
Como sabrá ya cualquiera que lo haya recibido en sus propias carnes, el masaje sueco ofrece múltiples beneficios tanto físicos como psicológicos. Aquí tienes algunos de los más importantes:
Beneficios físicos del masaje sueco
Activa la circulación sanguínea: los movimientos del masaje sueco ayudan a promover la circulación de la sangre a través del cuerpo, lo que facilita el transporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y la eliminación de toxinas y desechos metabólicos.
Acelera la circulación linfática y su efecto de drenaje: este tipo de masaje puede ayudar a estimular el sistema linfático, mejorando la eliminación de líquidos y reduciendo la hinchazón en el cuerpo.
Alivio del dolor muscular: al relajar los músculos y aliviar las tensiones, un masaje sueco de 20 minutos puede reducir significativamente el dolor causado por tensión muscular, espasmos o inflamación, ya que puede reducir las molestias en el músculo después de un entrenamiento o actividad extenuante
Mejora de la flexibilidad y del rango de movimiento: al elongar los músculos y tejidos conectivos, se pueden prevenir las adherencias y mejorar la flexibilidad y movilidad general del cuerpo.
Facilita la recuperación deportiva: el masaje sueco puede ser una herramienta efectiva para ayudar en la recuperación muscular después del ejercicio, lo que permite a los deportistas mantener un rendimiento óptimo.
Mejora el aspecto de la piel: la mejora en la circulación lleva a que más oxígeno y nutrientes lleguen a las células de la piel, lo que puede ayudar a repararar la piel dañada y a mejorar su tono y textura, dándole un brillo más vibrante. También puede relajar los músculos faciales y corporales, lo que puede reducir la aparición de arrugas y líneas de expresión causadas por el estrés o la tensión facial.
Aumento del tejido muscular, haciéndolo más firme y elástico.
Disminuye el tejido adiposo, ya que acelera su metabolismo al aumentar la circulación.
El masaje también actúa sobre el metabolismo –aumenta la cantidad de orina, por ejemplo– y las vísceras, especialmente las del aparato digestivo, ayudándolas a vaciarse.
Apoyo durante el embarazo: el masaje adaptado para embarazadas, basado en técnicas de masaje sueco, puede ayudar a aliviar dolores de espalda, mejorar la circulación y reducir la ansiedad, aunque siempre debe ser realizado por un terapeuta especializado en masaje prenatal.
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Beneficios psicológicos del masaje sueco
El masaje sueco, conocido por su técnica suave y relajante, posee un efecto psicológico positivo sobre el paciente, que se sentirá más relajado y aliviado:
Reducción del estrés y la ansiedad: el masaje sueco es altamente efectivo para reducir los niveles de estrés y ansiedad, gracias a su capacidad para disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumentar la liberación de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con el bienestar.
Mejoría del estado de ánimo: al promover la relajación y la liberación de endorfinas, el masaje sueco puede mejorar el estado de ánimo y ser de ayuda para combatir la depresión u otras enfermedades, como mostró este estudio con pacientes con cáncer de mama.
Mejora del bienestar general: al reducir el estrés y mejorar la circulación y movilidad, el masaje sueco contribuye a un sentido general de bienestar físico y emocional.
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El masejo sueco está principalmente indicado para…
Aliviar contracturas, atrofias musculares, esguinces y distensiones. Ayuda a aliviar el dolor muscular debido a su efecto sobre la circulación sanguínea y el alivio de los nudos musculares.
Personas que experimentan estrés y tensión, ya que promueve la relajación general y ayuda a reducir la tensión muscular.
Problemas de circulación, del sistema linfático, varices y arteriosclerosis. Las técnicas utilizadas en el masaje sueco ayudan a estimular la circulación sanguínea y linfática, lo cual es beneficioso para la salud general y la recuperación muscular.
Fortalecimiento y tonificación de los tratamientos deportivos.
Embarazo –si no es de riesgo– y posparto, aunque conviene esperar a la llamada cuarentena.
Estimulación de la salud en general.
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Pero contraindicado si padeces…
Enfermedades de la piel y del cabello.
Inflamaciones agudas con enrojecimiento, calor, dolor, etcétera.
Fiebre alta: el masaje puede estimular la circulación, lo que podría ser contraproducente en casos de fiebre alta.
Infecciones y enfermedades hemorrágicas, tumorales, cancerosas y tuberculosas.
Traumatismos con herida abierta, fracturas y fisuras. El masaje en áreas con huesos fracturados o debilitados puede causar más daño y dolor.
Enfermedades vasculares o sospechas de que se padecen. Enfermedades como la flebitis o tromboflebitis (inflamación de las venas con formación de coágulos) deben evitar el masaje en las áreas afectadas, ya que puede empeorar la condición.
Condiciones cardíacas severas: personas con condiciones cardíacas graves deben consultar a un médico antes de recibir masajes, ya que el aumento de la circulación podría ser riesgoso.
Después de correcciones quirúrgicas de la columna.