Reiki, manos ¿sanadoras?
Actualizado: 31 de agosto de 2023
Procedente de Japón, el reiki es un arte de curación ancestral realizado a través de las manos. Reiki define la fuerza vital que está en el interior del ser humano. De hecho, su nombre procede de la unión de las palabras Rei (energía universal) y Ki (energía vital). Se considera un proceso no sólo de sanación, sino de desarrollo interior y puede practicarlo cualquier persona que lo desee siempre y cuando sea iniciado por un maestro reiki.
¿Qué es el reiki?
Para aquellas personas que lo practican, resulta complejo definir el reiki, ya que se considera un fenómeno que sólo puede percibirse a través de la experiencia personal y de las propias vivencias. El reiki entiende que la falta de salud, tanto el plano físico como en el mental y emocional, se debe al desequilibrio en la energía de la persona enferma. Por tanto, este método de sanación se basa en conseguir la estabilidad entre la energía universal (Rei) y la vital (Ki) de cada individuo.
En la actualidad, en algunos centros hospitalarios se utiliza como terapia complementaria a la medicina tradicional, aunque, hoy por hoy, no se han demostrado científicamente sus beneficios sobre los pacientes, más allá de lo que se conoce como efecto placebo –sustancia sin acción terapéutica que produce efectos curativos en el enfermo si la recibe convencido de que dicha sustancia es el tratamiento prescrito para su dolencia–.
Pero más allá de tratarse de una técnica de curación, el reiki es, para quienes lo practican y lo siguen, una filosofía de vida y, en algunos casos, hasta una religión cuya finalidad sería cultivar el corazón de las personas para conseguir que mantengan su cuerpo sano. Una de las maneras de conseguir dicho objetivo es a través de los Secretos de la felicidad enunciados por Mikao Usui y que son una serie de principios que deben regir el día a día de toda persona. Esta norma de vida sería la siguiente:
“Sólo por hoy (Kyo Dakewa)…
…no te preocupes (Ikaruna).
…no te irrites (Shinpai shuna).
…agradece (Kansha Shite).
…trabaja duro (Kyo wo hageme).
…sé amable con los demás (Ito ni shinsetsu-ni)”
Orígenes del reiki
Según la historia del reiki, este proceso de sanación fue redescubierto en el siglo XIX por Mikao Usui, a quien se considera el Sensei o maestro de esta milenaria técnica de curación.
El reiki estaría basado en una antigua técnica tibetana de sanación. De hecho, Usui Sensei llegó a él a través de la investigación de textos sánscritos –lengua clásica de la India– de antiguos sutras budistas, es decir, de textos en los que se exponen enseñanzas sobre las diferentes vías de conocimiento para que el ser humano consiga alcanzar la realización espiritual.
Beneficios del reiki
Quienes lo practican consideran que el reiki está indicado para mejorar cualquier tipo de molestias y trastornos corporales, así como estados de perturbación emocional tales como la depresión o la falta de vitalidad. Esto se debería a su acción armonizadora sobre el sistema inmunológico y a su capacidad de estimular las fuerzas de regeneración orgánicas.
Los efectos de sanación del reiki producen, por lo general, una armonización completa del ser humano. Esta práctica estimula y despierta las fuerzas internas de cada persona, equilibra sus centros energéticos y mejora las funciones metabólicas del cuerpo. De hecho, en principio, no se conocen contraindicaciones ni efectos secundarios negativos de ningún tipo.
Aunque no existen evidencias científicas sólidas que respalden sus efectos médicos, algunas personas afirman experimentar beneficios positivos al recibir sesiones de Reiki:
- Reducción del estrés y promover la relajación.
- Mejora del bienestar emocional al ayudar a liberar emociones reprimidas.
- Alivio del dolor: hay personas que afirman que esta práctica promueve en ellos una sensación general de bienestar.
- Facilitar la relajación y el sueño.
- Equilibrio energético: se cree que el Reiki trabaja en el sistema energético del cuerpo, ayudando a equilibrar los chakras y permitiendo que la energía fluya de manera más armoniosa.
Sin embargo, a pesar de estos aspectos positivos, el reiki también tiene sus detractores que opinan que no hay forma empírica de demostrar todos estos beneficios que acabamos de plantear aunque, en la actualidad, ya hay en marcha investigaciones que intentan medir la energía que se genera durante una sesión de reiki.
No cabe duda de que se trata de una práctica totalmente subjetiva y que depende de la percepción de cada persona. El caso es que, eficaz o no, ya hay numerosos centros médicos en todo el mundo que recurren a ella y que la utilizan como una terapia complementaria a los tratamientos tradicionales y como herramienta de apoyo para los pacientes.
Cómo se practica el reiki
Una sesión de reiki se puede dar o recibir. En cualquier caso, una parte fundamental de esta técnica, si no la más importante, son los chackras. Se trata de los centros energéticos de nuestro organismo, son siete principales y varios secundarios y están situados a largo de nuestro cuerpo.
Según la tradición hinduista, los chackras deben estar abiertos para que la energía fluya a través de nuestro cuerpo, ya que cada uno de ellos está asociado a las distintas funciones vitales y psicológicas de nuestro organismo. Por consiguiente, las enfermedades o el malestar que podamos sentir se producirían por el bloqueo de alguno de estos centros energéticos o por su mal funcionamiento en un momento determinado.
La función del sanador o maestro reiki es la de desbloquear los chackras y conseguir que la energía fluya por nuestro cuerpo y hacia el exterior de forma adecuada. Ello lo lograría posicionando sus manos sobre el cuerpo del receptor y canalizando y reconduciendo el flujo de la energía.
El tiempo medio que dura una sesión es de 45 minutos a una hora y su precio suele oscilar entre los 30 y los 50 euros. Lo habitual en un tratamiento no es realizar una sesión aislada, sino que suelen programarse varias para conseguir los resultados deseados.
No es necesario desvestirse y en ellas el paciente sólo tiene que relajarse y tumbarse sobre una camilla, primero boca arriba y después boca abajo. Hay circunstancias en las que, incluso, puede llevarse a cabo por varios terapeutas, se trataría de una sesión multicanal y su finalidad no sería otra que la de intensificar los efectos del reiki.
Cualquier persona está capacitada para practicarlo, siempre y cuando haya recibido previamente la formación adecuada para cada uno de los niveles.
Creado: 3 de noviembre de 2011