Qué es la bronquitis y pronóstico
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 5 de enero de 2024
Por bronquitis se conoce, de manera general, la inflamación de la pared interna de los bronquios. Los bronquios son los conductos por los que circula el aire para llegar a la parte más profunda del pulmón (zona alveolar), que es donde realmente se establece el intercambio de oxígeno entre el pulmón y la sangre. Los glóbulos rojos de la sangre distribuyen el oxígeno por todo el organismo.
La inflamación aguda de la mucosa de los bronquios principales como respuesta a un agente infeccioso supone una de las causas de enfermedad por las que con más frecuencia se consulta a los médicos de Atención Primaria. Generalmente es un proceso autolimitado, esto es, que incluso sin un tratamiento especifico, al cabo de 7-10 días el cuadro suele resolverse sin complicaciones.
Aproximadamente un 5% de la población padece bronquitis anualmente, cobrando mayor importancia en aquellas personas con enfermedades respiratorias previas como los asmáticos, afectados por EPOC, o en niños y ancianos.
Se manifiesta con más frecuencia en los meses de invierno y otoño, siendo originada mayoritariamente por virus, aunque en un pequeño porcentaje pueden tener un origen bacteriano. Entre los virus más implicados destacan los de la gripe (influenza), rinovirus, adenovirus, coronavirus y virus sincitial. En poblaciones donde se realiza una vacunación antigripal masiva, la incidencia de bronquitis y sus complicaciones desciende notablemente.
En cuanto a las bacterias que originan cuadros de bronquitis cabe mencionar a la Bordetella pertussis, Chlamydia y Mycoplasma. En ocasiones y por complicaciones posteriores, estos microorganismos son responsables del desarrollo de una neumonía como consecuencia de la bronquitis.
En las bronquitis crónicas los microorganismos más implicados suelen ser el neumococo y el Haemophilus influenzae.
Pronóstico de la bronquitis
La bronquitis aguda suele resolverse espontáneamente al cabo de 7-10 días como norma general, aunque algunos de sus síntomas como la tos puede perdurar hasta 2-3 semanas. Al cabo de este período debe reconsiderarse la causa, valorándose la posibilidad de un agente bacteriano y, por tanto, considerar añadir antibiótico al tratamiento. La complicación más esperable sería el desarrollo de una neumonía.
Desgraciadamente, no se conoce cura por el momento para la bronquitis crónica. Aunque su prevención está estrechamente ligada al abandono del tabaco. En muchos casos, puede evolucionar a fases más avanzadas que pueden requerir del uso de oxígeno. El médico indicará si esto es necesario en función de su prónostico.
Si el paciente es fumador diagnosticado de bronquitis y no abandona el hábito, su esperanza de vida disminuye sensiblemente. Si tiene alguna otra patología de tipo pulmonar o cardiaco, también puede disminuir, pero el tabaquismo siempre empeora el pronóstico. La progresiva pérdida de la función pulmonar en los pacientes con bronquitis crónica que no dejan de fumar reduce notablemente su calidad de vida, limitando su día a día hasta quedar confinados a un dispensador de oxígeno 24 h al día y con numerosos ingresos hospitalarios.
Aunque la bronquitis crónica no es causa directa de cáncer de pulmón, hay que recordar que el tabaco es el principal causante de la bronquitis en su forma crónica; y se ha demostrado la relación entre el humo del tabaco y el cáncer de pulmón.
La bronquitis crónica predispone a la repetición de infecciones, como la neumonía, dificultando su curación cuando aparecen. En muchos casos, sobre todo en estaciones como otoño e invierno, el desarrollo de bronquitis o neumonías en estos enfermos obliga a tratamientos con necesidad de ingreso en el hospital.
Bronquitis y sueño nocturno
Durante la noche, los enfermos de bronquitis presentan niveles menores de oxígeno en sangre. Además, el reflejo de la tos diminuye y, por ello, la mucosidad puede acumularse, dificultando la respiración e impidiendo el descanso.
Si el paciente presenta más sueño del habitual durante el día, dolor de cabeza por la mañana, o fuertes ronquidos, debe consultar con su médico o su neumólogo. Puede que esté sufriendo de síndrome de apnea del sueño. El médico le hará las pruebas de calidad del sueño necesarias para diagnosticarlo, si así lo considerara oportuno.
Creado: 21 de julio de 2010